A la salud del pueblo
Ricardo Buryaile en el ministerio de Agricultura, ahora Agroindustria, apenas asumió, encontró un panorama increíble, que se repite además en varias dependencias del Estado argentino.
700 autos, delegaciones como la de Agricultura Familiar que empleaban en total a 1.500 personas de las cuales 200 estaban destinadas a Santiago del Estero fue la primera sorpresa.
Precisamente, a esa delegación se enviaban transferencias del orden de 200 a 300.000 pesos mensuales y lo más sorprendente, tratándose de la administración pública, es que nadie estaba obligado a rendir cuentas. Tampoco, a informar los resultados de sus trabajos.
Otro dato para el asombro. Un grupo de asistentes, cuya función era atender teléfonos y llevar alguna agenda, contaban para sus traslados de autos con chofer. Por supuesto, a cargo del Estado, informa Clarín.
También encontraron un empleado al que se le pagaban seis líneas de celulares y contaba con dos autos a disposición.
Una empleada cobraba sueldo del Senado y también del ministerio, un doble empleo, algo expresamente prohibido en la administración pública. Había también un chofer que realizaba tareas en domicilios particulares de los funcionarios.
Foto: Archivo
Fuente: Clarín
MP
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