Mediante un comunicado el directorio manifestó que “tales conductas en el desempeño de la abogacía, merecen la mas fuerte condena y rechazo"
También afirmaron en que las acciones de Suarez afectan seriamente la dignidad del ejercicio de su profesión. Suarez falsificó la firma de sus clientes en al menos dos expedientes, uno en un juicio por el que un padre perdió la patria potestad de su hija y el otro en el que falsificó la firma de una clienta que se cambió de sexo.
El colegio afirma que en casos como éste, se sufre la ausencia en nuestro ordenamiento jurídico de una colegiación pública de la abogacía.Enfatizan que debe ser creada por la ley, de modo de permitir el control ético por los pares y la sanción efectiva de conductas reprochables como las confesadas.
FOTO: Departamento Fotográfico Parlamento
Titulares por email