España: convocan a elecciones generales anticipadas para el 28 de abril

El Gobierno español de Pedro Sánchez impulsó en sus apenas nueve meses de existencia las relaciones con Latinoamérica y reforzó la presencia en la Unión Europea (UE), especialmente con la visión migratoria común con la canciller alemana, Angela Merkel.

Sánchez anunció hoy elecciones anticipadas para el 28 de abril, lo que pondrá fin a un Gobierno que desde que asumió el poder en junio de 2018 definió como "europeista", con la UE como el espacio en el que "fortalecer España" y dar respuesta a sus desafíos.

Como demostración de ello, el jefe del Ejecutivo español puso al frente del Ministerio de Exteriores a Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo (PE), y como ministra de Economía a Nadia Calviño, quien ocupaba hasta ese momento el puesto de Directora General de la Dirección de Presupuestos de la Comisión Europea en Bruselas.

En estos nueve meses Sánchez ha desplegado una intensa agenda internacional, en muchos casos para tomar decisiones en materia de inmigración, como la acogida de los 630 inmigrantes del barco Aquarius, con la que situó a España entre el grupo de países que apostaban por hacer que Europa adoptara decisiones conjuntas y eficaces ante ese reto y frente a gobiernos populistas europeos.

Como aliados preferentes tuvo al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y a la canciller alemana, con quien compartió un fin de semana en su residencia de verano en el sur de España en agosto.

Una prioridad del líder socialista fue la potenciación de las relaciones con Latinoamérica, región en la que el Ejecutivo consideraba que se había generado un "déficit" de presencia española.

En su primer desplazamiento fuera de Europa, Sánchez respaldó en Colombia a las empresas españolas y apoyó las negociaciones de paz entre el Ejecutivo colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En menos de nueve meses, Sánchez viajó cinco veces a Latinoamérica, visitando Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala (para la cumbre Iberoamericana), Cuba, Argentina (cumbre del G20), República Dominicana y México.

Otra cuestión clave en Latinoamérica ha sido Venezuela, donde el jefe del Ejecutivo español desempeñó un papel clave en la formulación del ultimátum que los principales países de la UE dieron a Nicolás Maduro para que convocara elecciones presidenciales, libres y democráticas en un plazo de ocho días.

De lo contrario se reconocería a Juan Guaidó como presidente interino, lo que finalmente ocurrió el pasado día 4 de febrero, de forma casi simultánea con numerosos miembros de la UE.

En noviembre, Pedro Sánchez realizó una visita oficial a Cuba, que se definió como histórica, al ser la primera de un jefe del Gobierno español a ese país en 32 años.

El viaje tuvo un marcado carácter económico, ya que más de veinte presidentes y altos ejecutivos de empresas españolas acompañaron al jefe del Ejecutivo para posicionarse ante la paulatina apertura económica iniciada por la isla en la última década para atraer inversión extranjera.

Poco después, el gobernante español se desplazó a Argentina para participar en la cumbre del G20.

Además de reunirse con el presidente argentino, Mauricio Macri, aprovechó el marco de la cumbre para mantener contacto con dirigentes con los que aún no había coincidido, como el primer ministro indio, Narendra Modi, y la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.

Su último gran viaje a Latinoamérica fue a México, en lo que supuso la primera visita de un jefe de Gobierno a ese país desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia.

Además de completar una extensa agenda exterior, el presidente del Gobierno español recibió en Madrid a numerosos dirigentes de otros países, entre ellos al presidente de China, Xi Jinping. EFE

Foto: EFE