Cada ómnibus de pasajeros impulsado por energía eléctrica gasta ocho veces menos que uno impulsado por combustibles, explicó el director nacional de Energía, Rubén García, a los jerarcas comunales.
“El proyecto permite subsidiar el diferencial de costo entre una unidad eléctrica y un vehículo convencional”, agregó García.
Según un relevamiento realizado por el Ministerio de Industria, en Montevideo, las unidades tienen un costo cercano a los 450.000 dólares, pero “en un período menor a siete años se podría recuperar el 100 % de la diferencia, con una vida útil de por lo menos 14 años”, puntualizó.
Ahora, el objetivo es masificar el plan y la regulación, así como el desarrollo del financiamiento para que las intendencias y las empresas de transporte puedan alcanzar un acuerdo.
“Apostamos a seguir bajando el consumo de derivados, cumplir con las metas ambientales y económicas y mejorar la calidad del servicio”, agregó.
Foto: Presidencia
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