Según informaron desde la Secretaría de Estado, el objetivo es bajar el consumo de bolsas, que se sitúa en unas 400 anuales por persona.
Uno de los principales planteos es cobrar las bolsas en los comercios y que el usuario elija si desea pagarlas o usar otro tipo de contenedor para llevarse los productos.
La iniciativa fue cuestionada desde sectores empresariales pero tiene el respaldo de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), intendencias, y organizaciones como la Asociación Uruguaya de Industrias del Plástico y Cambadu.
Foto: EFE
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