El Índice de Actividad Económica (IBC-Br) es considerado un "termómetro" para intentar anticipar la tendencia del Producto Interior Bruto (PIB) y es calculado por el Banco Central a partir de la producción registrada en los sectores de la agricultura, industria y servicios.
La caída registrada en febrero supone el peor resultado mensual de este índice desde mayo de 2018, cuando la actividad económica se desplomó un 3,1 % debido a la huelga camionera que paralizó Brasil durante once días.
Sin embargo, en comparación con el mismo mes del año pasado, la actividad económica brasileña se expandió un 2,49 % en febrero, mientras que en el primer bimestre de 2019 avanzó un 1,66 % en comparación con el mismo periodo del año inmediatamente anterior.
Asimismo, el indicador registró una subida de un 1,21 % en el acumulado de los últimos 12 meses.
También este lunes, el Banco Central divulgó el llamado boletín Focus, una encuesta realizada con más de un centenar de instituciones financieras del país y según la que el mercado financiero redujo por séptima vez consecutiva la estimativa de crecimiento de la mayor economía de Suramérica.
Para 2019, los analistas han rebajado la previsión de expansión del PIB brasileño del 1,97 % al 1,95 %, mientras han elevado la expectativa de inflación del 3,90 % al 4,06 %, pero todavía dentro de la meta fijada por el Gobierno.
Asimismo, el mercado prevé que la economía de Brasil crecerá un 2,58 % el año que viene y un 2,50 % en los dos años consiguientes.
En 2018, el gigante suramericano terminó el año con un aumento de un leve 1,1 % en su producto interior bruto (PIB), un crecimiento similar al registrado en 2017 y considerado decepcionante ante las expectativas iniciales previstas por expertos del mercado financiero.
Foto e información: EFE
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