El ayuntamiento obliga a los conductores que ofrezcan sus servicios a través de estas compañías o plataformas a realizar un curso de cualificación que incluya, entre otras cosas, primeros auxilios, conocimientos de mecánica y buena educación vial.
También deberán llevar en el interior del vehículo su identificación con una fotografía y un adhesivo en el que figure el logotipo de la empresa en la que están registrados.
Los automóviles habilitados tienen que tener una antigüedad no mayor de ocho años desde su fecha de fabricación, un seguro que cubra accidentes de pasajeros, y habrán de pasar una inspección anual.
Por otra parte, solo podrán operar los carros que estén matriculados en Sao Paulo. Así, autos con matrícula de Guarulhos, en la región metropolitana, no podrán recoger clientes en las calles de la ciudad y deberán volver de vacío si viajan hasta allí con algún pasajero.
A partir de este lunes, cerca de cien funcionarios se encargarán de la fiscalización y el cumplimiento de las nuevas reglas, anunciadas hace seis meses por la alcaldía de Sao Paulo.
Los conductores se quejan de falta de información pese a que desde hace aproximadamente dos semanas eran solo avisados, no multados, si infringían las nuevas normas.
Aunque en algún caso conductores y/o empresas han conseguido paralizar las multas, el Ayuntamiento adelantó que respetará las decisiones judiciales pero que recurrirá toda medida cautelar para que la ley sea cumplida en su integridad.
Foto y datos: EFE
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