Correa alertó sobre un "golpe suave" contra su gobierno en Ecuador

(Quito/XINHUA) Monte Carlo/EL

 "Se nos prepara un golpe suave al estilo del que estaba sufriendo Venezuela, es decir, buscan crear conmoción social para alentar la caída o derrota de la revolución ciudadana (su proyecto político)", declaró el mandatario en un acto masivo en la ciudad de Guayaquil, unos 368 kilómetros al suroeste de Quito.

     Agregó que ese golpe suave se planifica con la complicidad de ciertos medios de comunicación, algunos gobiernos  locales, la derecha nacional e internacional y la extrema izquierda.

     "Cualquier pretexto es bueno, evidentemente existe una recomposición de las fuerzas del pasado articuladas internacionalmente con estrategias de poder y por supuesto con la descarada complicidad de la prensa nacional e internacional", subrayó.

     El mandatario señaló que "sus kamikazes son la supuesta izquierda siempre funcional a la derecha y que no tiene nada que perder".

     "Su poder nunca se ha basado en las urnas, sino en su capacidad de chantaje, con sus paros, huelgas, piedras y palos", sostuvo al añadir que cualquier intento del gobierno por hacer respetar la ley es concebido por la oposición como criminalización de la protesta social.

     "Los pájaros dispararán contra las escopetas, tienen el poder para hacerlo con la descarada complicidad de la prensa libre e independiente entre comillas", explicó tras destacar que los gobiernos de Brasil y Venezuela han sido víctimas del mismo libreto.

     "Temo que todo este golpe suave, calentamiento de calles, en Venezuela, en Brasil, recién empieza (en Ecuador), es muy peligroso el éxito de la revolución ciudadana", sostuvo.

     Correa, en el poder desde 2007, consideró que pese a los extraordinarios cambios en los últimos años en Ecuador y en América Latina no se ha logrado todavía la prevalencia irreversible del poder popular sobre el poder de las élites.

     Por ello, llamó a sus seguidores a estar atentos y no caer en los juegos de la derecha.

     "Nos esperan tiempos duros, a estar preparados y defender nuestra revolución, somos más, los del pasado no volverán", afirmó.

     El mandatario, quien evalúa postularse a una nueva reelección en 2017 al amparo de una enmienda a la Constitución que tramita el Congreso, aseguró no tener ambición por el poder y dijo que su cargo "siempre estará a disposición del pueblo, mis mandantes".

     "Creo en el poder y el amor, no en el amor al poder. El pueblo puede estar convencido que este presidente lo que menos quiere es lanzarse a la reelección, pero como militante estará donde se lo necesite", concluyó. 

FOTO: AFP