Ciudad de dos opiniones
(Madrid/AFP) Monte Carlo/EL
Portando banderas con la inscripción "Cada vida importa", manifestantes de todas las edades, y procedentes de varios lugares del país, realizaron una marcha por la capital, y al pasar frente a la sede del gobernante Partido Popular (PP, conservador) expresaron con silbidos su descontento.
"¡Abortistas! ¡Asesinos! ¡Vida, sí; aborto, no!", gritaron algunos.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, había prometido antes de que el PP ganara las legislativas en 2011 endurecer la ley del aborto, pero renunció a ello el pasado mes de diciembre debido a disensiones en el seno de su propio partido.
El artífice de la reforma, Alberto Ruiz-Gallardón, renunció entonces como ministro de Justicia del gobierno de Rajoy.
La retirada de esta nueva ley enfureció a los sectores más conservadores del PP, que amenazan ahora con no votar por este partido o abstenerse en las próximas legislativas, previstas a fines de 2015.
En una de las pancartas se podía leer: "Rajoy Podemos No Votar"
"Estoy decepcionado, posiblemente cambie el voto. El aborto no es un derecho, es una tragedia", afirmó uno de los manifestantes, José Vicente Romero, de 50 años, que viajó a la capital desde Alicante (costa este).
La reforma de Ruiz Gallardón habría puesto fin al derecho de las mujeres a abortar en las primeras 14 semanas de embarazo, tal como ocurre en la mayoría de los países europeos.
La reforma permitía abortar solamente en casos de violación, denunciados ante la policía, y en casos de riesgo, certificado por médicos, para la salud física o mental de la madre.
Los grupos antiabortistas que organizaron esta manifestación piden que el gobierno español recupere y aplique la reforma.
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