Derechos reclusarios
(Washington/AFP) Monte Carlo/EL
En una decisión unánime, los nueve jueces de Corte estimaron que las autoridades penitenciarias de Arkansas violan la ley que protege las prácticas religiosas porque "impedían al demandante dejarse crecer una barba de un centímetro conforme a sus convicciones religiosas", señala el fallo.
Gregory Holt, alias Abdul Maalik Muhammad, condenado a cadena perpetua por violencia doméstica, solicitó ante la Corte Suprema que le autorice usar una barba corta, "comprometida", según él, entre la larga barba que requiere su creencia y la de medio centímetro que autorizan a los prisioneros de Arkansas con problemas dermatológicos.
La prisión le forzaba a elegir entre "adoptar una conducta que viola seriamente su creencia religiosa o contrariar la política de aseo y arriesgarse a una acción disciplinaria", estimó el juez Samuel Alito, en el fallo de la Corte.
Asimismo, indicó que si a la cárcel le interesa "regular el contrabando", no ha probado que dejar una barba de un centímetro de largo representa un peligro, "sobretodo por la dificultad de esconder un objeto en una barba tan corta y la ausencia de reglamentos similares para el largo del cabello", añadió el juez.
Cuarenta de los cincuenta Estados, así como el gobierno federal y Washington, permiten a los prisioneros usar barba si su fe lo requiere, conforme la primera enmienda de la Constitución que protege la libertad de religión.
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