La jueza de Crimen Organizado, María Elena Marinard, procesó a un hombre de 75 años y nacionalidad cubana, como autor de un delito continuado de tráfico de personas en reiteración real con un delito continuado de estafa.
Este ciudadano cubano se encuentra internado y cumplirá arresto domiciliario una vez que le den el alta.
Otro hombre, de 50 años y de nacionalidad uruguaya, fue procesado sin prisión por un delito continuado de tráfico de personas en calidad de coautor, con un delito de estafa.
La maniobra consistía en trasladar cubanos a Uruguay, luego venderles viajes a EE.UU., otorgándoles documentación falsa con la cual justificaban una residencia de dos años en Montevideo.
Con esta modalidad habrían llegado a EE.UU. desde Uruguay más de una docena de cubanos.
Interpol ubicó a once ciudadanos cubanos, residentes en Uruguay, que pagaron a la organización entre US$ 5.000 y US$ 8.000 cada uno, "por los que les aseguraron su salida de Cuba y llegada a Estados Unidos con la documentación legal correspondiente".
Durante las investigaciones se logró identificar a "otras personas que integraban la organización, como un representante de una agencia de viajes que colaboraba en la emisión de las reservas de los viajes, un contador que justificaba mediante certificados de contenido falso que los ciudadanos cubanos trabajaban desde hace tiempo para una empresa unipersonal del líder de la organización acreditando sueldos que en realidad no existían, para facilitar la obtención de documentos oficiales de identidad y de viaje" señaló la comunicación oficial.
Fuente y foto: AFP