Respaldado por figuras como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el hermano de Santiago, Sergio Maldonado, pronunció un discurso para rechazar la postura del Gobierno, que niega cualquier implicación de la Gendarmería, la fuerza que reprimió con balas de goma y de plomo la protesta que tuvo lugar en la provincia de Chubut, en la Patagonia.
A mediados de octubre fue encontrado el cadáver en el lecho de un río, a unos cientos de metros del lugar donde desapareció, y un mes después se publicó una autopsia que apuntó que el artesano de 28 años había muerto ahogado.
El hermano del fallecido reivindicó que la versión de quienes defienden que el joven "se ahogó solo y no hay nada que reclamar" es "una más de las mentiras a las que están acostumbrados", y sostuvo que la autopsia no explica ni dónde ni cómo murió Santiago, un suceso al que los organizadores de la manifestación llamaron "desaparición forzada seguida de muerte".
Sergio Maldonado, que subrayó que en los primeros registros en el mismo punto en el que apareció su hermano no se encontró nada, afirmó que el Gobierno ocultó información y encubrió a la Gendarmería, además de llevar a cabo una "persecución" contra su familia.
La desaparición de Santiago el 1 de agosto tuvo lugar en medio de un clima de campaña electoral y pronto pasó al primer plano del debate político, y mientras la oposición acusaba directamente al Gobierno, desde el oficialismo negaba cualquier responsabilidad e incluso llegó a sugerir que el joven estaba escondido para crear un caso que dañase la imagen del Ejecutivo.
Esas palabras fueron de "una perversidad que jamás imaginaron que iban a tener que escuchar", dijo Maldonado, que aseguró que la única forma de hallar la verdad es mediante la creación de un grupo de "expertos independientes" que garantice una "investigación exhaustiva sin la injerencia del poder ejecutivo".
En concreto, la mayo parte de las críticas se dirigieron hacia la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que defendió a los gendarmes desde el principio de la causa, y quien "pretende que las mismas fuerzas sospechadas produzcan las pruebas suficientes para determinar qué hicieron con Santiago", lamentó Sergio Maldonado.
El familiar aseveró que seguirán exigiendo "verdad y justicia", y expuso su deseo de que la jornada no sea "solo un aniversario", sino un "punto de partida" para la construcción de una "unidad que imponga la agenda de los derechos humanos por encima de las agendas partidarias e ideológicas".
La causa judicial es instruida por un segundo juez después de que fuese aceptada la recusación pedida por la familia, a quien el primer magistrado ordenó intervenir sus comunicaciones; "el juez Otranto permitió que fuéramos espiados, en lugar de investigar y apartar a la Gendarmería de la investigación", dijo al respecto Sergio Maldonado.
Otra de sus críticas fueron las "dificultades" que plantea el sistema judicial, con la fiscal del caso, el juzgado y la Cámara de Apelaciones en distintas ciudades de la provincia de Chubut, a cientos de kilómetros entre sí, y la Corte Suprema en la capital, lo que les obliga a "una peregrinación por el país, con el dolor a cuestas en busca de justicia y por el derecho a saber la verdad".
Al borde de las lágrimas, el hermano del fallecido le juró "lealtad y compromiso de lucha hasta ver que los responsables sean juzgados".
"Mientras tanto, trata de descansar como puedas y como te dejen. Te respeto, te quiero mucho, y si este Gobierno es indiferente nosotros decimos 'Santiago es solidaridad'", concluyó el familiar.
Foto y datos: EFE
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