El comentario de María Julia Muñóz salió de la privacidad del grupo, y tomó estado público a través de la prensa.
Componentes de las iglesias evangélicas pentecostales denunciaron entonces a Muñoz por esas manifestaciones, por considerar que la ministra "incitaba al odio" con esas afirmaciones.
La primera denuncia fue tomada por la fiscal Silvia Pérez, pero esta la archivó. Más tarde los denunciantes insistieron consus acusaciones y pidieron que otro fiscal analizara el caso.
El otro fiscal resultó ser el doctor Carlos Negro, quien estuvo de acuerdo con el anterior dictamen de Pérez y archivó la denuncia por entender que "no hubo incitación al odio por parte de Muñoz."
Para sustanciar su postura, Nigro consideró que los comentarios de la ministra se hicieron en un medio "privado y cerrado como Wahtsapp" que no iban dirigidos a la opinión pública.
Foto: Presidencia
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