“Para mi está cerrado, porque ya tengo el cuerpito, tengo lo que yo quería, que las niñas puedan ir a dejar una flor. Ella está descansando en la memoria de Jehová. Y él mismo se va a encargar de juzgarlo”, dijo Darío Onrrubio.
En tanto, el sacerdote que acompañó a la familia durante el sepelio, aseguró ante el féretro que “Micaela va a seguir viva en el recuerdo y en tantos gestos de cariño”, como el que tuvieron sus dos hijas, cuando dejaron sobre el féretro dibujitos para su madre y muchos “te quiero”.
Foto: Facebook
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