Agro

Un 76% del territorio de Chile está afectado por la sequía, según Greenpeace

Greenpeace alertó que Chile tiene un 76% de su territorio afectado por la sequía y que hasta un 22 % sufre de desertificación, un fenómeno climático que provoca la pérdida de fertilidad en las zonas agrícolas.

18/Jun
2019
Por:    @NicolasChamorro

"Chile, como país anfitrión de la cumbre mundial del clima (COP25), tiene que tomar la delantera para evitar que el cambio climático siga aumentando", afirmó en declaraciones a Efe Estefanía González, coordinadora de campañas de Greenpeace en Chile.

En el día mundial contra la sequía y la desertificación, esta ONG recordó que las zonas desérticas ya no son exclusivas del norte de este país alargado sino que se están trasladando al "área central e incluso a alguna parte del sur", aseveró González.

La desertificación es la pérdida progresiva del suelo cultivable a causa de la falta de precipitaciones y de sequías prolongadas, que no solo repercute en los cultivos, sino "en las condiciones de vida de las personas que habitan estos lugares".

"Hay cerca de 16 millones de chilenos afectados por la desertificación y casi 7 millones por la sequía", aseguró la coordinadora de campañas.

Además, este año Chile está sufriendo una gran falta de lluvias, que está agravando esta situación.

De hecho, la zona central de Chile está afrontando durante el 2019 su mayor déficit de precipitaciones de los últimos 60 años, según el informe más reciente de la Dirección de Meteorología del país.

Otro de los problemas es que la lluvia ya no se da de forma continuada en la temporada de otoño e invierno, sino que "en pocos días cae mucha cantidad de precipitaciones", apostilló González.

Esta concentración de agua en poco tiempo favorece la erosión y la falta de absorción de la tierra, que no permite la acumulación de reservas subterráneas para temporadas más secas.

La carencia de agua es el principal factor de aumento de la desertificación, aunque otro de los motores es "el mal uso de los suelos a través de actividades productivas que lo erosionan", agregó González.

Esta situación se produce sobre todo en el norte con los cultivos de aguacate, que requieren mucha agua, además de crear "laderas" con sus plantaciones, que acaban dañando la tierra.

En este sentido, desde Greenpeace instaron al Gobierno a crear políticas públicas de regulación de las actividades productivas en el campo.

"Tenemos que replantearnos el modelo en las zonas afectadas. Las plantaciones forestales con pinos degradan el suelo. Los aguacates secan y erosionan la tierra. Todos estos cultivos debería regularse", sentenció González.

En base a EFE
Foto: Presidencia, archivo

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