Al Gharib dijo en declaraciones a la televisión libanesa Al Yadid que dos de sus acompañantes "murieron en el lugar equivocado a manos equivocadas" y los identificó como Samer Abu Farash y Ramy Salman.
Según el viceministro, lo ocurrido es "un intento de asesinato muy claro" contra su persona pues una de las víctimas tiene un disparo en la cabeza.
Asimismo, aseguró que detrás del incidente existe una voluntad para "hacer explotar la situación en Monte Líbano por intereses políticos", sin especificar de qué actores o partidos.
Estaba previsto que el ministro de Asuntos Exteriores, Gebrán Basil, acudiera con Al Gharib a la localidad de Aley, pero la visita fue anulada en el último momento debido al corte de carreteras por parte de partidarios del líder druso Walid Yumblat en protesta por la llegada de Basil.
Al Gharib pertenece al Partido Democrático Libanés de Talal Arslan, rival de Yumblat, que encabeza el Partido Socialista Progresista.
Una fuente anónima del Partido Democrático Libanés dijo a la televisión LBCI que el tiroteo fue una "trampa armada y un intento de asesinar a Gebrán Basil" por parte de miembros del partido druso rival, que no sabían que en el convoy viajaba Al Gharib.
Sin embargo, una fuente del Partido Socialista Progresista afirmó que fueron los guardaespaldas de Al Gharib quienes abrieron fuego primero, cuando algunos jóvenes trataban de retirar neumáticos en llamas que estaban en medio de la carretera para bloquear el paso de los vehículos.
Después del tiroteo, el primer ministro libanés, Rafic Hariri, se puso en contacto con Basil y los responsables de los dos grupos drusos rivales para pedirles que "pongan fin a los incidentes y realicen esfuerzos para calmar la situación", antes de que se produzcan venganzas por los asesinatos.
Por su parte, el líder religioso druso Naim Hassan advirtió a los miembros de su comunidad de una posible "discordia sangrienta que puede llevar hacia lo desconocido".
La comunidad drusa libanesa está dividida entre partidarios y opositores al régimen sirio, que siempre ha tenido una gran influencia en el Líbano, la comunidad chií del país y otros grupos políticos y religiosos, que conviven en un frágil equilibrio en este país. EFE
Foto: EFE
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