La marcha, que comenzó pacífica en el céntrico barrio de Tsim Sha Tsui, tuvo como tema la oposición a la reciente ley anti-máscaras y buscó también hacer un llamamiento en pos de la reforma del cuerpo de Policía en la excolonia británica, sobre el que pesan numerosas acusaciones de brutalidad policial.
Pero pasadas las 16.30 hora local (08.30 GMT), el caos volvió apoderarse de la ciudad financiera cuando los radicales comenzaron a bloquear carreteras, lanzar cócteles molotov a comisaría y vandalizar cajeros automáticos y estaciones de metro.
También rociaron con grafiti comercios chinos con los lemas "El Partido Comunista Chino será destruido por el cielo" y "Liberad Hong Kong", recoge el rotativo South China Morning Post.
Por su parte, la Policía lanzó hoy varias rondas de gas lacrimógeno contra los más radicales y desplegó tanquetas de agua para abrirse paso.
El cuerpo policial había justificado su decisión de prohibir la marcha de hoy alegando que este tipo de concentraciones tienden a degenerar en incidentes violentos.
Al comienzo de la protesta, Figo Chan Ho-wun, del Frente Civil de Derechos Humanos que la había convocado en primer lugar, agradeció a los hongkoneses por haber salido a las calles "a título personal".
"No tengo miedo (de ser arrestado). Sólo me preocupa que la gente se rinda", comentó en declaraciones recogidas por el diario hongkonés.
Mientras, el legislador Leung Kwok-hung criticó la decisión de la Policía de prohibir la marcha porque considera que constituye una violación del derecho a la reunión recogido en la Ley Básica (la constitución local).
"Las autoridades han obligado a los hongkoneses a violar la ley", aseguró Leung.
En cada ocasión que la Policía ha denegado una autorización a las manifestaciones, la gente ha seguido saliendo a la calle de manera espontánea, y muchas de estas protestas improvisadas han terminado con enfrentamientos entre agentes y radicales.
Foto: EFE.
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