Asimismo, la secretaria de Estado subrayó que se negocia la ampliación de las líneas contingentes por otros US$ 1.000 millones.
La jerarca sostuvo que la llegada del coronavirus tendrá un impacto "muy significativo", pero "transitorio" en la economía del país y que la "obsesión" es preservar la cadena de pagos, en declaraciones al semanario Búsqueda.
"Como un efecto colateral de esta epidemia, las tasas de interés internacionales están en niveles históricamente bajos: estamos aprovechando para solicitar toda la liquidez que podamos en este momento. También trabajamos para fortalecer financiamiento precautorio; ya no líneas que desembolsemos en las próximas semanas, sino aumentar las líneas contingentes con estos organismos. Serán por lo menos US$ 1.000 millones adicionales. Esto es del BID, el Banco Mundial, Fonplata -que es menor pero también está- y la CAF; el FMI no está en las líneas que estamos manejando ahora", dijo en Arbeleche.
En tanto, la ministra explicó que será clave "poner toda la liquidez que sea necesaria para que no se rompa la cadena de pagos".
"Las medidas que hemos anunciado para las empresas tienen ese foco. Si pasamos de tener una situación de falta de liquidez a una de falta de solvencia, ahí sería otro escenario. El mensaje es: no vamos a escatimar recursos para la provisión de liquidez del sistema. El sistema bancario tiene liquidez que debe llegar a las empresas. Y además, el gobierno se está preparando para estar en una situación de liquidez mucho más amplia", sostuvo.
"Una vez que se supere esta crisis, hasta como sociedad nos va a ubicar en una situación mucho más fuerte. No es un año perdido", subrayó.
Foto: Presidencia
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