Moro, cuya renuncia a la cartera de Justicia ha generado una crisis política en Brasil, prestó declaración en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba para responder por las graves acusaciones que lanzó contra el jefe de Estado.
Su testimonio ante las autoridades comenzó poco después de las 14.00 hora local (17.00 GMT) y se extendió durante ocho horas.
En esta ciudad del sur de Brasil, Moro se convirtió en todo un símbolo de la lucha anticorrupción al liderar durante su etapa como juez las investigaciones de la operación Lava Jato a través de las cuales encarceló a empresarios y políticos, entre ellos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta vez fue él quien respondió a las preguntas de los agentes bajo la atenta mirada de tres procuradores designados por el fiscal general, Augusto Aras, quien fue nombrado por Bolsonaro en septiembre del año pasado.
El antiguo magistrado dimitió del Ejecutivo después de conocer la decisión de Bolsonaro de destituir al director de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, por razones desconocidas.
En su despedida, Moro acusó al mandatario de intentar "interferir políticamente" en la Policía Federal, que investiga a dos de los hijos del gobernante.
Sus declaraciones provocaron un terremoto en el escenario político brasileño y la apertura de una investigación autorizada por la Corte Suprema para esclarecer su veracidad.
Foto. EFE
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