Según el protocolo, el máximo de espectadores en estadios sin asientos ni gradas será de 300 personas; en estadios con tribunas con asientos y sin asientos, será de 500 personas (no se podrá superar el 30 % de la capacidad total), y en estadios con la totalidad de sus tribunas con gradas, de 700 personas. No se venderán entradas en los estadios, se tomará la temperatura a quienes concurran y se inspeccionará el uso de tapabocas, indica el protocolo, detalla la página de Presidencia.
El texto señala que el organizador del espectáculo se responsabiliza por el cumplimiento estricto de las medidas de prevención y, en caso de incumplimientos, quedará sometido al régimen sancionatorio previsto en la legislación, advirtieron las autoridades.
El secretario nacional de deportes, Sebastián Bauzá especificó que estas medidas serán evaluadas de forma permanente en los distintos campeonatos: categoría sub-14, fútbol femenino, ligas locales y campeonatos de selecciones. “Vamos a ser muy rigurosos con el control de las medidas, nos tenemos que cuidar entre todos y tenemos claro que, si se cumplen los protocolos, todos vamos a estar más seguros”, expresó.
El subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian por su parte, marcó que el retorno de los espectadores forma parte de la reanudación programada de las actividades que, en el caso del fútbol, fue tema de negociaciones desde marzo. Calificó esta apertura como “muy importante” y apeló a la responsabilidad de todos los uruguayos para evitar el contagio de la COVID-19, por lo cual, las autoridades exigirán el cumplimiento estricto del protocolo.
“Que vuelvan los espectadores al fútbol es un logro único en América, otro logro de todos por los cuales podemos enorgullecernos, y lo debemos cuidar”, concluyó.
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