Además del equipamiento fílmico declarado en el envío, se encontraron, acondicionado en una doble pared, varios envoltorios de sustancia blanca prensada, la que sometida a las prueba de campo resultó positivo a clorhidrato de cocaína.
Dada esta situación, el Fiscal dispuso que la encomienda fuera incautada y trasladada a dependencia de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas y solicitó la presencia de Policía Científica y del Departamento de Precursores Químicos, para continuar con actuaciones.
La inspección indica que se trataba de: 72 ladrillos de cocaína, con un peso total de 39 kilos con 146 gramos.
La Policía identificó a un ciudadano holandés como la persona que se autoenvió la encomienda y luego se tomó un vuelo internacional en el Aeropuerto de Carrasco con destino Holanda, previa escala en la ciudad de Madrid.
Por su parte, la Fiscalía pidió la detención y captura internacional con fines de extradición de la persona que depositó la encomienda, por lo que se coordinaron acciones con la Policía en España e Interpol, creando una alerta roja a nivel internacional.
En el aeropuerto internacional de Baraja fue detenido y puesto a disposición del Juzgado Central De Instrucción N° 4 de España, a la espera de su extradición a nuestro país.
El valor de la droga incautada comercializada al por mayor en el mercado local ascendería a un total aproximado de 274.000 dólares y si fuera fraccionada para su venta al menudeo, se obtendrían 39.146.000 dosis y arrojarían una ganancia de 688.000 dólares
Mientras que su comercialización en Holanda tendría un valor aproximado de 3.131.680 dólares.
Foto y datos: Ministerio del Interior
Titulares por email