Liscano era dramaturgo, poeta, periodista y narrador. En su juventud, además, fue militante tupamaro, actividad que lo llevó a estar preso durante la dictadura cívico-militar. En total, estuvo 13 años recluido, entre 1972 y 1985. Luego de ser liberado se exilió en Suecia hasta 1996.
"Lamentamos profundamente el fallecimiento de Carlos Liscano. Generoso y siempre abierto al intercambio y al debate, Carlos fue un hombre y un escritor excepcional. Creía en la justicia y en la honestidad. También creía en el poder las palabras, y hubo pocas tan poderosas como las suyas. Vaya un abrazo a su familia, especialmente a Mónica Cardoso, su esposa, con quien Carlos fue tan feliz", lo despidió Fin de Siglo.
Entre otros títulos de su autoría se destacan La mansión del tirano (1992), El camino a Ítaca (1994), El furgón de los locos (2001), El escritor y lo otro (2007), Oficio de ventriloquia. Relatos 1981-2011, Escritor indolente (2014), Vida del cuervo blanco (2015) y Los orígenes (2019).
En el gobierno de José Mujica (2010-2015) Liscano fue director de la Biblioteca Nacional.
Fue galardonado con varios premios, entre ellos el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura en las categorías teatro, narrativa y poesía, así como también el Bartolomé Hidalgo en dos ocasiones, la última a la trayectoria en 2022.
También recibió la orden de Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno de Francia.
Su último libro se titula Esperando a los tártaros: utilidad de las Fuerzas Armadas y fue publicado en las últimas semanas.
Foto: Comedia Nacional
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