Se conoce una simulación completa de cómo una estrella perece en un agujero negro

Se trata de un estudio dirigido por Elad Steinberg y Nicholas C. Stone en el Instituto de Física Racah de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) publicado en 'Nature'. Este estudio ha revelado un tipo de onda de choque previamente desconocida dentro de los TDE, zanjando un largo debate sobre la fuente de energía de las fases más brillantes de estos eventos.

Además, confirma que la disipación del impacto impulsa las semanas más brillantes de una llamarada de TDE, abriendo puertas para que futuros estudios utilicen observaciones de TDE como un medio para medir propiedades esenciales de los agujeros negros y potencialmente probar las predicciones de Einstein en entornos gravitacionales extremos.

Así, esta investigación ha descubierto un tipo de onda de choque previamente inexplorada dentro de los TDEs, revelando que estos eventos disipan su energía a un ritmo más rápido de lo que se pensaba anteriormente.

Al aclarar este aspecto, el estudio resuelve un debate teórico de larga datación, confirmando que las fases más brillantes de una llamarada TDE son impulsadas por la disipación del impacto, una revelación que sienta las bases para una exploración exhaustiva por parte de los astrónomos observacionales.

Estos hallazgos allanaron el camino para traducir las observaciones de TDE en mediciones precisas de propiedades cruciales de los agujeros negros, incluidas la masa y el giro. Además, estos sucesos cósmicos podrían servir como prueba de fuego para validar las predicciones de Einstein en entornos gravitacionales extremos.

De esta forma, el estudio no sólo desentraña la intrincada dinámica de los TDE, sino que también abre un nuevo capítulo en nuestra búsqueda para comprender el funcionamiento fundamental de los agujeros negros supermasivos.

Sus simulaciones marcan un paso crucial hacia el aprovechamiento de estos eventos celestes como herramientas invaluables para descifrar los misterios cósmicos que acechan en el corazón de las galaxias.

Foto y datos: EP vía DPA