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11/Sep
/2025

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Plantas invasoras están transformando los ecosistemas en tres continentes

Las especies invasoras están conviertiendo a los ecosistemas y la relación de las poblaciones locales, con la naturaleza en los trópicos

Una nueva investigación ha encontrado aproximadamente diez mil plantas exóticas en los grandes trópicos, una zona compuesta por las zonas tropicales y subtropicales del mundo. Las islas, en particular, son focos de invasión y algunas albergan más plantas exóticas que nativas, explica Avinash Mungi, investigador de la Universidad de Aarhus y autor principal del estudio, publicado en Nature Reviews Biodiversity.

Pero, aunque parezca alarmante, la mayoría de las especies exóticas no representan un problema. "Muchas especies exóticas se importan por su utilidad y valor, pero pocas escapan y se convierten en invasoras, con impactos indeseables", afirma.

En colaboración con científicos de Brasil, Etiopía, India y Estados Unidos, los autores combinaron su experiencia con un amplio conjunto de evidencia científica que ofrece una perspectiva crucial sobre la rápida evolución de los grandes trópicos.

EL CASO DE LA LANTANA

En la India, por ejemplo, grandes áreas han sido invadidas por la planta invasora Lantana camara, o lantana, como se la conoce popularmente.

"En el último siglo, grandes áreas en los (Montes) Ghates occidentales de la India fueron invadidas por la lantana. Esto provocó que el pueblo Soliga, nativo y dependiente de los bosques, abandonara su sustento tradicional y migrara en busca de alternativas", afirma.

La lantana es originaria de las Américas tropicales. Fue traída a Europa por exploradores holandeses a finales del siglo XVII. En Europa, se popularizó rápidamente como planta ornamental de jardín, y poco después los portugueses la llevaron consigo a sus colonias, incluida la de la India.

Hoy en día, la lantana se ha extendido a grandes zonas de los trópicos. En Australia se estima que 4 millones de hectáreas de tierra están infestadas con esta maleza. En Hawái, esa cifra es de 160.000 hectáreas. Y en la India, la Lantana ha invadido 30 millones de hectáreas. En otras palabras, la planta invasora es un gran problema en todo el mundo, explica Avinash Mungi.

"Las plantas invasoras como la lantana suprimen competitivamente a las plantas alimenticias nativas en bosques y sabanas. La escasez de alimento provoca la disminución de los herbívoros, lo que afecta aún más a los carnívoros. Hemos visto ejemplos de tigres que atacan al ganado cuando los herbívoros disminuyen.

"Esto suele ocurrir en zonas muy pobres, donde las personas dependen estrechamente de los ecosistemas. Las plantas invasoras no solo debilitan los ecosistemas, sino que también pueden crear conflictos con la fauna silvestre, alterando así la relación de las personas con la naturaleza."

UN PROBLEMA TAN ANTIGUO COMO LA AGRICULTURA

La introducción de nuevas plantas en los ecosistemas de todo el mundo no es algo moderno. Ha ocurrido desde los albores de la agricultura. Pero algunos estudios demuestran que se ha acelerado en los últimos años.

"Históricamente, los trópicos han sido transformados por la humanidad durante miles de años. Pero el ritmo cambió durante la época colonial. La humanidad trajo especies de colonia en colonia, extendiendo plantas y animales por todo el trópico. El comercio global tras la Segunda Guerra Mundial ha acelerado aún más el proceso. Hoy en día, el intercambio de especies es constante", explica Avinash Mungi.

Aunque el fenómeno es antiguo, solo recientemente se ha cartografiado y estudiado. Y los nuevos estudios ofrecen una visión aún más amplia del problema.

"La deforestación causada por el ser humano, la extinción de la fauna silvestre, la contaminación y las transformaciones del uso del suelo son importantes impulsores de la propagación de plantas invasoras. Estos cambios debilitan el control natural sobre las plantas exóticas, facilitando su propagación". Por lo tanto, las plantas invasoras son inicialmente pasajeras de las perturbaciones, pero con el tiempo se convierten en sus impulsoras", afirma.

El cambio climático está provocando un colapso y una degradación generalizados de los ecosistemas, haciéndolos más vulnerables a las especies invasoras. En el estudio, se destaca cómo los incendios forestales, el aumento de las temperaturas y la tala de árboles contribuyen al marchitamiento y la muerte de árboles y plantas en la Amazonia.

"En la Amazonia, las gramíneas invasoras están catalizando este colapso al alimentar los incendios forestales, impidiendo la regeneración nativa y, en última instancia, contribuyendo a un aumento de las emisiones de CO2", explica.

"Paradójicamente, el aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera sustenta las plantas leñosas en lugar de las gramíneas en las sabanas de los trópicos. Aquí, las plantas leñosas invasoras se benefician del CO2, la extinción de incendios y la pérdida de grandes herbívoros.

LO BUENO, LO MALO Y LO NOVEDOSO

Según los dos investigadores principales del estudio, es importante separar las especies exóticas con impactos neutrales y positivos de aquellas con impactos indeseables, a las que solemos llamar invasoras.

"Si bien las especies invasoras requieren una gestión específica, otras especies exóticas más neutrales pueden, en ocasiones, desempeñar un papel ecológico positivo, sobre todo cuando las especies nativas se enfrentan a un clima cambiante o han sido eliminadas por la acción humana", explica el profesor Jens-Christian Svenning, coautor del estudio.

El cambio climático global, combinado con estas especies exóticas, está propiciando el desarrollo de nuevos ecosistemas en todo el mundo. Estos ecosistemas podrían ser más estables en un clima cambiante.

Foto: EP vía DPA

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