
La investigación se inició en octubre del pasado año, cuando agentes medioambientales de la comarca forestal de Arévalo informaron de la existencia de varios tendidos eléctricos aéreos en el término municipal de Madrigal de las Altas Torres, "que estaban causando una elevada mortandad de avifauna".
A pesar de las advertencias y requerimientos administrativos, las líneas no habían sido adecuadas a la normativa sectorial vigente, por lo que el riesgo para las aves continuó, según ha informado la Delegación de Gobierno de Castilla y León en un comunicado de prensa recogido por Europa Press.
Durante el desarrollo de la investigación, estos últimos cuatro años se han localizado 42 cadáveres de aves bajo estos tendidos eléctricos que fueron recogidos y remitidos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (C.R.A.S.) de Valladolid para la determinación de las causas de la muerte.
El estudio de la zona puso de manifiesto que las líneas eléctricas discurren por terrenos incluidos en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) 'Tierra de Campiñas', catalogada con una sensibilidad ambiental 'Muy Alta' para aves esteparias y planeadoras.
"Además, se trata de una Zona de Distribución de Especies Amenazadas, Zona de Riesgo de Electrocución de Aves (Muy Alto) y Zona de Protección para la Avifauna contra la Colisión y la Electrocución de Líneas Eléctricas de Alta Tensión en Castilla y León'.
Los informes de la necropsia pertinente determinaron que la causa principal de las muertes fue la electrocución y la colisión la causa restante. Tras la posterior inspección técnico ocular de los agentes en las líneas eléctricas, la verificación del estado y el grado de cumplimiento de la normativa, se localizaron otros siete ejemplares electrocutados, que elevaron el número de aves muertas a 49.
En estas inspecciones, además, se comprobó que algunas líneas habían sido corregidas y adecuadas, mientras que otras continuaban presentando riesgo de electrocución al no haberse ejecutado las medidas de protección exigidas por la administración.
Entre las especies afectadas se encuentran ejemplares catalogados en Régimen de Protección Especial y en Peligro de Extinción, como el águila imperial ibérica o el milano real, "especies emblemáticas que utilizan las torretas eléctricas como puntos de descanso o caza".
La Guardia Civil ha destacado "el grave daño medioambiental causado por la falta de adecuación de estas infraestructuras eléctricas", y recuerda a los titulares de líneas eléctricas su obligación legal de mantener y adaptar las instalaciones para evitar la electrocución y colisión de aves, conforme a la normativa vigente en materia de protección de la avifauna.
Foto y datos: EP vía DPA




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