
Fue sometido a una cirugía de tórax por endoscopía debido a una malformación congénita pulmonar benigna que se realizó en el Casmu y que estuvo a cargo de los cirujanos pediátricos, grado 5 Gabriel Giannini y el grado 3 Martín Ormaechea.
Junto a ellos fue imputada la intensivista María Talasimov por consignar en la historia clínica que no habían existido eventos adversos en la intervención.
La fiscal de Flagrancia, Sylvia Lovesio, entendió que existía responsabilidad penal de los profesionales y luego el juez hizo lugar al planteo de la fiscal.
Lovesio relató que “por imprudencia, impericia, negligencia de ambos" una intervención de bajo riesgo "derivó en un resultado de muerte".
La fiscal sostuvo que “Manuel... fue expuesto a una cirugía de alto riesgo la que ocasionó no sólo la involución de su estado de salud de sano a crítico, sino que mediante el accionar imperito, determinó que cayera en un estado de vulnerabilidad extrema”.
Lovesio dio cuenta también de “la falsedad consignada en la historia clínica” por la intensivista que “fue coincidente con la información proporcionada a la familia al terminar la intervención por parte del cirujano actuante, quien les dijo que “había sido exitosa”.
La fiscal Lovesio citó en su dictamen el informe académico de la Facultad de Medicina que concluyó que “existieron múltiples fallos en el manejo quirúrgico y posoperatorio, lo que evidencia que el equipo de cirujanos pediátricos torácicos carecía de la experiencia y el dominio técnico necesarios para llevar a cabo este procedimiento con seguridad”.
Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS




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