El Síndrome de Hubris y el éxito que puede terminar en desastre

Por estos días hay ejemplos claros, tanto en la política (nacional e internacional), como en otras áreas de la sociedad, algunas no tan populares.

El neurólogo, y excanciller británico (entre 1977 y 1979) David Owen definió al síndrome de «hubris» como exceso de confianza en sí mismo, falta de atención a los detalles, creerse insustituible, orgullo desmesurado y una pérdida de contacto con la realidad con un posterior aislamiento progresivo.

En 2008, Owen publicó un libro donde analizó el comportamiento de políticos como Roosevelt, Hitler, Mao Zedong, Slobodan Miloševic, Robert Mugabe, Sadam Husein, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Thatcher, Blair y George W. Bush, entre otros.

Describe a estas personas, en este caso políticos aunque puede afectar a cualquier individuo que tiene poder, con una "excesiva confianza en su propio juicio y desprecio por el de los demás", observa "una tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona" así como una "creencia de que no deben rendir cuentas a sus iguales, colegas o a la sociedad, sino ante cortes más elevadas: la historia o Dios".

El médico Fernando Charquero consultado por Radio Monte Carlo entiende que "detrás de esa patología puede haber una estructura del tipo neurosis con perversión" y el caso de Nicolás Maduro es un ejemplo, explicó de forma escueta.

Hubris es un concepto griego y se pude definir como "sinónimo de exceso" aplicado al poder o al conocimiento, "o de gente que detenta el poder y cree que tiene mucho poder y que lo sabe todo y lo controla todo", explicó en tanto, en entrevista con Radio Monte Carlo el sicólogo Luis García.

García dijo que "si tuviera que catalogar (a hubris) desde el punto de vista sicológico o siquiátrico vendría a ser como una especie de delirio, es un delirio en realidad.. y de eso se desprende por lógica que pueden tomar decisiones incorrectas", por lo que "hablando en criollo sería cuando te la crees" analizó.

"Quienes padecen este tipo de cuadros o de delirios no tienen consciencia de estar enfermos, entonces eso hace muy dificultoso de que se pueda aplicar alguna terapia o medicación" , señaló. Agregó no obstante que "no son el tipo de patología que abunden", ya que "la mayoría de los delirios tienen una prevalencia muy baja en la población en general, y el hubris - ni te digo- mas baja aún que el resto... son dificil de encontrar, es una rara avis", agregó.

Recuerda que en la mitología griega esta contemplado ese tipo de delirios, y que en esa época "eran mas bien pecados y que de ahi viene la cuestión de excesos, ya que el hibris significa pecado de soberbia", describió. El castigo a la hibris "era el castigo de los dioses" y buscaba devolver al individuo dentro de los límites que habia cruzado. De ahí viene la cuestión de excesos, ya que el hibris significa pecado de soberbia, ( es uno de los siete pecados capitales), comentó.

"Los mitos griegos ilustran muy bien y son un modelo explicativo para este tipo de cosas", manifestó García. Hibris siempre era un castigo divino y hay dos claros ejemplos, el de Prometeo y Edipo, describió. "El hibris ( o hubris) siempre era un castigo divino, era un castigo de los Dioses" y los griegos sotenían que si querían destruir a alguien, primero lo que hacían era volverlo loco... entonces Hibris era uno de los castigos de los divinos, que utilizaban los dioses del Olimpo.... Prometeo era el portador del fuego y al traer el fuego a lo mortales "se le fue la mano" cayó en Hibris y fue castigado por los dioses, porque el no era un Dios, ya que asumió una misión que era de Dios, y en realidad era un semidios... entonces ahi está no?... (hubris) hablando en criollo "sería cuando te la crees", enfatizó. García, también recordó el exceso de Edipo cuando ocupó el lugar de su padre, el rey, y tomó a su madre como esposa, entonces ahí tambien pecó en ese sentido, narró.

Una cura de humildad parece ser la solución, según coinciden otros expertos consultados, ya que individuos que presenten estos síntomas y que se desempeñen en puestos de responsabilidad pueden con sus decisiones llegar a afectar a otros.

Foto: Archivo RMC