Olas inmigrantes
Más de 350.000 personas arriesgaron su vida desde comienzos de año cruzando el Mediterráneo, y 2.643 fallecieron en el intento de llegar por mar a Europa, reveló este martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dando una idea de la amplitud del fenómeno.
En Budapest, las autoridades evacuaron la estación internacional de Keleti después de que unos 500 migrantes, quienes en su mayoría huyen de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán, trataran de tomar un tren hacia Viena.
La estación abrió más tarde, pero sólo para los no migrantes.
La evacuación estuvo dirigida por cientos de policías, algunos de ellos antidisturbios, y se efectuó sin incidentes a pesar de la tensión. Al poco hubo una manifestación espontánea de unos 200 inmigrantes delante de la estación, a gritos de "¡Alemania, Alemania!", y "¡queremos irnos!".
"Estoy furioso", dijo Haider, un afgano de 31 años, rompiendo su billete de tren. "¿Por qué los húngaros no nos dejan marcharnos? Yo he trabajado como traductor para el ejército de Estados Unidos durante cuatro años".
El lunes en cambio, la policía de Budapest permitió a los inmigrantes que desde hace días esperaban en campamentos improvisados que tomaran el tren, a pesar de no tener visados para entrar en la Unión Europea.
El resultado es que sólo el lunes llegaron a Viena 3.650 inmigrantes, todo un récord este año, según la policía austríaca.
Muchos de los migrantes durmieron la noche del lunes en la estación Westbahnhof de Viena, con la esperanza de continuar su viaje hasta Alemania, que ha renunciado a expulsar a los sirios a su punto de entrada en la UE, y se ha comprometido a tratar sus demandas de asilo.
Según la policía alemana, 3.500 migrantes llegaron entre el lunes y el martes por la mañana a Baviera (sur) desde Austria, otro un récord para esta región.
Más de 20.000 personas se manifestaron en la capital austriaca en favor del derecho al asilo.
En la ciudad alemana de Múnich, los refugiados fueron recibidos con comida, agua, mantas o ropa por parte de la población, en una muestra de generosidad inesperada.
Europa hace frente a la mayor ola de inmigrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, muchos huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza en Oriente Medio y África.
La gestión de la crisis migratoria tiene dividido al bloque de los 28, que celebrarán una reunión extraordinaria sobre el tema el 14 de septiembre.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo este martes en Berlín en una comparecencia con la canciller alemana Angela Merkel que la crisis migratoria es "el mayor desafío para Europa" en los próximos años.
La propia Merkel dijo el lunes que no debe dañarse el "estrecho vínculo (de Europa) con los derechos civiles universales" en la gestión de esta crisis migratoria. Y pidió de nuevo que se instauren cuotas por país para recibir a inmigrantes, una idea que muchos Estados miembros rechazan.
"La prioridad de Europa sigue siendo impedir que los inmigrantes pierdan la vida al intentar llegar a Europa", declaró este martes desde Zagreb el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, quien de paso condenó todas las "reacciones hostiles, racistas o xenófobas".
FUENTE/FOTO: AFP
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