Con traje de doctor
“Me siento un poco abrumado por la expresión prócer emérito, no sé si merezco estar en esa categoría”, dijo Tabaré Vázquez al inicio de su alocución tras recibir el galardón.
Agregó que “la razón de mi vida no es la posteridad, el mármol ni el bronce, sino que es vivir como soy, actuar como pienso y conscientemente, no solamente defender la vida, sino reivindicar la dignidad como condición indispensable de la misma”.
Según detalla Presidencia, también reivindicó las implicancias del concepto “dignidad de la vida”, en el entendido que “sobrevivir no es suficiente y la opulencia suele ser traicionera”.
La distinción fue entregada por el director ejecutivo de la revista Gracias Doctor, Tulio Huberman, quien resaltó la trayectoria profesional y humana de Vázquez, particularmente en lo que refiere a sus iniciativas de regular el mercado de tabaco y alcohol.
Al presidente uruguayo le tocó a su vez entregar los premios a la médica y a la enfermera del año de Argentina.
La revista Gracias Doctor galardonó además al reconocido compositor, cantante y actor, Chico Novarro, considerado líder internacional de la música popular, y a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, también médica de profesión, quien no pudo estar presente.
En otra parte de su alocución, el mandatario recordó el enunciado del médico y escritor humanista francés François Rabelais: “La ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma”.
Agregó sobre este punto que la ciencia, en tanta búsqueda de conocimiento, debe ser la base para mejorar la calidad de vida de los seres humanos, y la defendió como factor de crecimiento económico, formadora de valores, de cultura y factor esencial en la formulación de la democracia.
En tanto, Vázquez se refirió a los vínculos entre ciencia y política: "La conciencia de la ciencia también me condujo a la política, en tanto un sistema de valores y principios humanistas".
Además, reivindicó a la política como proyecto y procedimiento para el desarrollo de las naciones y el fortalecimiento de la comunidad internacional, a la vez que rechazó todas las formas de violencia e intolerancia que afronta la humanidad en estos días "que ha transformado al mundo casi como un manicomio dirigido por sus propios pacientes".
En otro tramo de su discurso, el presidente de Uruguay se distanció de la política concebida como un show que transforma al ciudadano en un simple televidente.
En contraposición, reivindicó “la política para ejercerla junto a los ciudadanos, como sujetos de la democracia y esta como forma de gobierno”.
“Los humanos valemos lo que somos, somos lo que hacemos y nuestro porvenir será lo que seamos capaces de soñar, de modelar y de realizar con trabajo, con honestidad y con amor por el prójimo; ahí radica uno de los mayores encantos del oficio de vivir y de oficio de reivindicarla palmo a palmo y día a día”, concluyó.
Foto: Sec. de Comunicación
MDS
Titulares por email