Cuando el equipo pasó a manos cataríes en 2011, nombró a Leonardo como director deportivo. El exjugador estrella del club firmó a los primeros grandes nombres para el club: Ibra, su amigo brasileño Maxwell y el italo-brasileño Thiago Motta.
Con estos experimentados jugadores, uno por línea, el PSG debía crecer y ganar la Liga de Campeones.
Por fuerza, se levantan dudas sobre estos jugadores que superan los 30 años y las respuestas no deberían tardar en llegar.
Con cara sombría y muy decepcionado tras la derrota en Mánchester el martes (1-0; 2-2 en la ida), el presidente del club Nasser Al-Khelaifi se contuvo en zona mixta. Pero, lanzó un "debemos reflexionar", que no hizo sino aumentar las dudas sobre las medidas que se tomarán en las próximas semanas.
La eliminatoria contra el City ha dado luz a las limitaciones tanto individuales como colectivas de los parisinos. Y, si Blanc es el primer culpable por su manera de afrontar los duelos, psicológicamente y tácticamente, la plantilla también falló.
El primero de ellos, por ser la gran estrella, fue Ibrahimovic. Que pese a que protagonizó dos buenas ocasiones en el partido de vuelta, falló un penal y un uno contra uno ante el portero rival que podrían haber colocado a su equipo 2-0.
Una vez más, Ibra no cumplió en los dos partidos más importantes de la temporada, y esta vez no fue contra el Barcelona o el Chelsea de Mourinho.
El sueco tiene 34 años y termina contrato en junio. Tras la eliminación europea, los dirigentes parisinos podrían optar por no renovarle, pese a ser el máximo goleador del equipo y liderar la tabla de artilleros en Francia con 30 goles.
De marchar el sueco, su plaza como gran estrella e imagen del equipo, que ocupa desde 2012, quedaría vacante.
El gran sueño de los dueños cataríes del PSG es el brasileño Neymar, al que podría interesar mudarse a París, según su representante.
El delantero del Barcelona, está justo un escalón por debajo del argentino Lionel Messi y del portugués Cristiano Ronaldo en cuanto a fama y reconocimiento, y desde 2015 sabe lo que es ganar la Champions.
Otras alternativas serían al polaco Robert Lewandowski o el alemán Thomas Muller del Bayern Múnich, el argentino Sergio Agüero (Mánchester City) e incluso el español Álvaro Morata (Juventus).
Atrás, el caso de Maxwell parece más fácil de solucionar. El lateral derecho brasileño de 34 años también termina contrato y casi seguro no renovará, incluso pese a que su nivel no ha bajado mucho.
El futuro de lateral izquierdo parisino lleva el nombre de Layvin Kurzawa y el club, además, repescará a Lucas Digne, cedido por el PSG a la Roma este año, para doblar ese puesto.
A sus 33 años, Motta parece estar en declive. El internacional italiano renovó el pasado curso hasta 2017 tras un pulso ganado a los dirigentes, en parte, gracias al apoyo de Blanc.
No ha completado una temporada totalmente satisfactoria y, aunque parece que seguirá en el equipo, podría llegar otro jugador nuevo de sus caracteristicas.
Eso tampoco será una empresa fácil. Sacar al español Sergio Busquets de Barça o al alemán Tony Kroos del Real Madrid, respectivamente, parece imposible y fichar a Paul Pogba, que no tiene exactamente las mismas características, también.
También está la posibilidad de traer al hispano-brasileño Thiago Alcántara, que debido a su fragilidad física está teniendo pocos minutos en el Bayern, o la opción más fácil: ofrecer un último gran desafío a Lassana Diarra al que el Marsella no podrá retener.
Al final, de la generación de Leonardo, el único superviviente entre estos treintañeros podría ser el central brasileño Thiago Silva, uno de los pocos que cumplió con su cometido ante el City.
Pero, la gestión de Blanc del difícil doble enfrentamiento contra los Citizens podría tener otras consecuencias negativas, si Marquinhos, frustrado por no jugar en la ida, cree que no tiene garantizado ser titular la próxima temporada.
El Barça le corteja desde hace tiempo. El PSG deberá renovar su plantilla, pero también prestar atención para retener a los jugadores con proyección.
AFP
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