"Miércoles, jueves y viernes no se laborará en el sector público a excepción de aquellas tareas que son fundamentales, que son necesarias", declaró el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, en una transmisión televisiva, de pie en un área seca del embalse de la Central Hidroeléctrica de Guri, en Bolívar (sureste).
Los empleados del sector público, que suman aproximadamente 2 millones de personas, ya tenían todos los viernes libres -hasta el próximo 6 de junio- y trabajaban seis horas al día, por lo que la jornada laboral de 40 horas a la semana se redujo a un 30%.
Acompañado por los ministros Vladimir Padrino (Defensa) y Luis Motta (Energía Eléctrica), y otros funcionarioa, Istúriz informó que también por decisión de Maduro las escuelas de ciclos inicial, básica y media no impartirán clases los viernes.
El vicepresidente no precisó el periodo durante el cual regirá esta nueva medida del plan de ahorro energético, que hasta ahora no había afectado al sector de educación.
La crisis eléctrica ya obligó al gobierno venezolano a decretar feriado toda la Semana Santa, a reducir el horario de trabajo de la administración pública a seis horas, y a restringir el horario de funcionamiento de centros comerciales y hoteles, a los que ordenó que generen su propia electricidad para ciertas áreas esenciales.
También se decidió un racionamiento eléctrico con cortes programados de cuatro horas diarias en la mitad de los estados del país -exceptuando a Caracas y Vargas- durante 40 días, plazo en el cual se espera que esté a plenitud la temporada de lluvias.
Foto: AFP
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