Desde hace unos 20 años, De Beers explota la mina de Venetia, situada cerca de la frontera con Zimbabue y Botsuana. En dos décadas, los mineros cavaron un agujero impresionante de 450 metros de profundidad y más de un kilómetro de diámetro para extraer diamantes.
Ahora, en la mina actual, están obligados a construir canales subterráneos para acceder a rocas que contienen diamantes a más de 1.000 metros de profundidad.
De Beers, principal productor mundial de diamantes en valor, estima que esta colosal inversión le generará beneficios durante al menos dos décadas.
"Estamos atravesando un periodo difícil", explica el director general de la mina, Ludwig Von Maltitz, mientras los camiones cargados de rocas salen a la superficie.
"A nivel mundial, es probable que ya se hayan encontrado las fuentes de diamantes de más fácil acceso", añade.
AFP
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