Brummer sería el lugarteniente de Robert Dawes, el capo británico sospechoso de ser el jefe de una de las mayores organizaciones criminales en Europa, dedicada al tráfico de drogas y el blanqueo de dinero.
Dawes fue detenido en noviembre en una lujosa villa en Benalmádena, cerca de Málaga, y extraditado a Francia, donde estaba solicitado por la introducción de 1,3 toneladas de cocaína descubiertas en un aeropuerto de París en 2013.
Hasta el arresto de Dawes, Brummer "con frecuencia se desplazaba desde Holanda a la provincia malagueña" para recibir instrucciones del capo "en relación a la rama de tráfico y distribución de drogas que llegaban a puertos europeos, especialmente a Amberes y Rotterdam", señaló la Guardia Civil.
Con Dawes tras las rejas, el holandés "continuaba desarrollando operaciones de narcotráfico a gran escala, además de estar relacionado con varios asesinatos de miembros de bandas rivales holandesas", indicó.
Brummer y sus secuaces podrían estar implicados en al menos quince asesinatos en los últimos tres años, según la Guardia Civil.
Durante la investigación, se realizaron hasta quince registros de viviendas tanto en Holanda como en España, que lograron la captura de 6 kilos de cocaína, armas de fuego, dinero en efectivo, diamantes, vehículos de alta gama y 150 teléfonos encriptados.
AFP
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