En el informe semestral publicado este martes, la institución con sede en Washington alinea así su previsión con la del Banco de España, que también es del 3,1% del PIB.
Incluso no descarta que el crecimiento sea finalmente más elevado, "ya que el impulso generado por las reformas efectuadas puede ser mayor de lo estimado", reza el informe.
El gobierno del conservador Mariano Rajoy espera por su lado un crecimiento del 3%, después de que la cuarta economía de la Eurozona se expandiera un 3,2% en 2015 y 2016, logrando uno de los mejores datos del bloque de 19 países.
Para 2018, el Fondo espera no obstante un crecimiento menor, del 2,5%.
En el informe, el FMI elogió una economía que se encuentra en su cuarto año de expansión (tras la crisis de 2008-2013), y que "se ha vuelto más competitiva, flexible y resistente", merced a las reformas del gobierno conservador.
"La recuperación económica de España se mantiene fuerte", asegura el FMI, gracias a "la reasignación de recursos hacia el competitivo sector exportador español, junto con la creación de la mayoría de los nuevos puestos de trabajo en el sector servicios".
También ha contribuido el turismo, en fuerte crecimiento desde hace dos años y alimentado en parte por elementos coyunturales, como la inestabilidad en otros destinos mediterráneos (Turquía, Túnez, Egipto).
No obstante, "la herencia de la crisis no se ha superado aún del todo", y hay problemas que deben solucionarse pronto, pues de lo contrario la economía española será "demasiado vulnerable a los choques exteriores", advirtió en una conferencia de prensa la jefa de la misión del FMI en España, Andrea Schaechter.
Entre las vulnerabilidades identificadas, la institución destaca la abultada deuda pública (100,4% del PIB), que recomienda reducir gravando al tipo general del IVA (un 21%) productos de consumo que actualmente se benefician de un tipo reducido del 10%.
El FMI recuerda también que el desempleo sigue siendo demasiado alto (18,7% en el segundo trimestre del año, el segundo más elevado de la UE), agravado por una fuerte temporalidad y una incidencia especialmente fuerte entre los jóvenes.
En ese sentido, Andrea Schaechter sugirió que las autoridades deberían revisar la utilidad de los 500 programas regionales actualmente existentes en todo el país para favorecer el empleo juvenil. "Son tal vez demasiados" y muy costosos, apostilló.
Foto: AFP
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