El principal afectado fue el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, donde se cancelaron 25 nacionales y regionales, una medida que, según defendieron fuentes sindicales a Efe, no es resultado directo de su reclamo, sino que fue una decisión de los operadores.
Los gremios APTA, APA, UPSA, APLA y UALA, que representan, entre otros, a técnicos, pilotos, personal superior, operadores telefónicos, administrativos y otros empleados aeronáuticos, convocaron a primera hora de la mañana una reunión tanto en dicho aeropuerto como en el internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires.
El objetivo del encuentro es informar a los trabajadores del impacto que puede tener la entrada de las "low cost" en el mercado argentino, ya que, a su juicio, el "endeble" sistema aeronáutico no está preparado y "va a colapsar".
Las mismas fuentes contaron a Efe que hay alrededor de 800 trabajadores concentrados para manifestar su oposición a la audiencia pública que tiene lugar hoy en la capital argentina para analizar las ofertas presentadas por siete empresas con el fin de cubrir 503 rutas aéreas, y en la que están presentes el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y su par de Turismo, Gustavo Santos.
Tras reunirse y manifestarse a las puertas de ambos aeropuertos, los sindicatos decidirán si marchan hacia el porteño barrio de La Boca, donde tiene lugar la audiencia para mostrar su rechazo a la política aeronáutica iniciada por el Gobierno de Mauricio Macri.
Esta, a su juicio, "asfixia financieramente" a las empresas que ya están operando en el país mientras "les cercena desmesuradamente sus ingresos" al abrir el mercado de forma "indiscriminada" a "nuevos explotadores".
El impacto de la protesta en Ezeiza ha sido mucho menor, ya que allí apenas se han demorado tres vuelos, uno a la ciudad argentina de Mendoza, uno a Santiago de Chile y otro a Montevideo. EFE
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