Los ataques se registraron entre la noche del miércoles y la madrugada de este viernes en todos los municipios que forman parte de la región metropolitana de Fortaleza y tuvieron como blancos, principalmente, ómnibus, edificaciones públicas y hasta bancos, según la secretaría regional de Seguridad Pública.
Entre las edificaciones atacadas con artefactos incendiarios figuran la Alcaldía del municipio de Maracanaú y la sede del Departamento de Tránsito de Fortaleza, en tanto que algunas comisarías fueron atacadas a tiros.
Hasta el momento, al menos doce ómnibus de transporte público fueron incendiados, en tanto que la Policía consiguió evitar un ataque mayor al descubrir un vehículo con explosivos que había sido dejado abandonado debajo de un viaducto.
La Policía de Ceará ha detenido a 18 acusados de participar en los ataques, cuyos motivos aún son desconocidos, y neutralizó en un enfrentamiento a un hombre que intentaba incendiar un radar de tránsito en el municipio de Eusebio.
Las autoridades investigan si los ataques son una represalia de organizaciones criminales contra las medidas anunciadas por el gobernador de Ceará, Camilo Santana, para reformar la administración de los presidios del estado.
Una de las principales banderas de campaña de Bolsonaro fue endurecer el combate a la criminalidad, una de las principales preocupaciones de los brasileños y que deja un promedio de 60.000 muertes al año en el país.
Foto y datos: EFE
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