DBRS señaló, a través de un comunicado, que ve a Uruguay como un país cuyo entorno político "se caracteriza por instituciones públicas de alta calidad, bajos niveles de corrupción y políticas macroeconómicas previsibles, todo lo cual constituye una fuente importante de fortaleza crediticia".
Asimismo, destacó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que se estima que fue de un 2,1 % en 2018, y la proyección de un aumento de un 1,9 % para 2019, "a pesar de una grave sequía" que afectó al país el año pasado y de "una recesión en la vecina Argentina".
Para la calificadora canadiense, con sede en Toronto, "las amplias reservas de divisas, la gestión conservadora de la deuda pública y la buena regulación del sistema bancario refuerzan las defensas de la economía frente a choques externos".
Además, subrayó que "las perspectivas de crecimiento podrían mejorar sustancialmente si avanza una potencial gran inversión en el sector de la celulosa y el papel", en referencia a la posible instalación de una segunda planta de la papelera finlandesa UPM en el país.
Pese a esto, DBRS apuntó que las "dinámicas fiscales desafiantes son la restricción clave para una actualización de calificación".
"A pesar de los esfuerzos para consolidar las cuentas fiscales, el déficit fiscal no se ha reducido sustancialmente en los últimos años", aseguró el informe de la calificadora canadiense, citado por EFE.
Foto: Archivo RMC
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