La ciudadana brasileña, de 38 años, procedía de la ciudad de Porto Alegre.
Además de encontrarse escondida, tampoco estaba autorizada a ingresar al territorio uruguayo porque la frontera está cerrada como medida de prevención ante el COVID-19.
Como parte de la inspección vehicular, el perro antidrogas de la Prefectura de Río Branco detectó sacos de marihuana en un total de 62 gramos.
Se puso en conocimiento de los hechos a la Fiscal Letrada de Río Branco, Dra. Bettina Ramos, quien dispuso acta voluntaria a ambos brasileños, y la libertad con notificación por escrito.
El conductor del vehículo, un hombre brasileño, fue autorizado a entrar al país como tránsito fronterizo.
La mujer tuvo que retornar a Brasil a pie por no estar habilitado su ingreso.
Fuente y foto: Armada Nacional
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