Según los datos ofrecidos este martes por el instituto de salud pública Sciensano, los contagios continúan cayendo a un ritmo semanal del 25 %, hasta las 6.471 infecciones diarias de media.
Los ingresos hospitalarios por covid descienden un 29 % semanal, hasta las 135 hospitalizaciones diarias, y los decesos reculan un 8 %, hasta los 35 fallecidos diarios en un país con un 76 % del total de la población vacunada con pauta completa.
Los datos parecen confirmar que Bélgica se aleja del punto álgido de esta ola, la cuarta en el país y causada por la variante delta, que registró un pico de más de 2.100 puntos de incidencia acumulada a inicios de diciembre.
No obstante, y por prudencia ante la emergencia de la nueva cepa ómicron, que supone ya más del 60 % de las nuevas infecciones diarias, el Gobierno federal y las regiones han reforzado desde el pasado domingo las restricciones sanitarias.
Al teletrabajo semiobligatorio y al cierre de bares y restaurantes en horario nocturno se suma desde el domingo el cese de la actividad de cines, teatros y salas de espectáculos, además de la prohibición de acoger público en las gradas de los estadios al aire libre.
Las nuevas medidas, criticadas por reputados virólogos locales, han puesto en pie de guerra al sector de la cultura, que ha llevado la decisión ante los tribunales, y han generado una crisis de legitimidad en la gestión de la covid del Gobierno del liberal Alexander de Croo.
Foto y datos: EFE
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