La visita del presidente de Brasil a la expresidenta, adelantada en Buenos Aires por uno de sus diputados más cercanos, el petista Paulo Pimenta, genera tensión adicional de cara a la reunión de los mandatarios, con la falta de sintonía entre Lula y el presidente Javier Milei como telón de fondo.
Enterados de la noticia, desde Balcarce 50 intentaron bajarle el tono a la posible cumbre, que la diplomacia de Brasil evitó confirmar o desmentir.
“No sabemos si lo van a autorizar o no. Pero si va, no pasa nada. Milei visitó a (Jair) Bolsonaro, y a dirigentes de Vox en España”, sostuvieron cerca del Presidente, aunque aclararon que el vínculo entre Milei y Lula difícilmente mejore antes del encuentro de presidentes, en el que -para colmo- el presidente argentino deberá entregar a su par de Brasil la presidencia pro-témpore del bloque regional.
Se prevé una cumbre fría e institucional, en la que faltarán gestos de acercamiento entre los dos países más influyentes del Mercosur.
“Se hablarán lo justo y necesario. ¿Por qué deberían hablarse dos personas que no se quieren?”, explicaron voceros del Gobierno argentino. Y estimaron que “las relaciones comerciales entre ambos países fluyen sin problemas, más allá del vínculo entre los presidentes”.
El argumento, curiosamente, es compartido por la diplomacia de Itamaraty, desde donde sostiene que “encapsular” el vínculo personal entre los mandatarios y centrarse en la relación bilateral ha dado buenos resultados.
Fuente: El País
Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS
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