Espectáculos

25/Jun
/2025

Hermano Uruguayo

Los pronósticos se cumplieron y Santiago “Tato” Algorta ganó la edición 2025 de Gran Hermano

“Todavía no sé si lo que está pasando es real. Estoy sorprendido, la verdad es que no lo esperaba" dijo el ganador de reality argentino

Por:    @luisarmando930

"Cuando entré a la casa, mi objetivo era no irme la primera semana (risas), pero todo lo que hice fue proyectándome a la final”, confiesa el contador uruguayo de 29 años, todavía eufórico y con apenas un par de horas de sueño.

En diálogo con el periòdico argentino LA NACION, Tato habla de su vínculo con Luz Tito, de lo importante que fue “el tridente” en su camino hacia la final, de su aprendizaje en los 204 días que pasó en la casa más famosa de la televisión y de lo que desea y vislumbra para su futuro tras consagrarse campeón del popular reality.

Tato apagó las luces de la casa mas famosa del país y conversó con los colegas de LA NACION


-¿En qué momento del reality sospechaste que la gente te bancaba?

-Las primeras semanas fueron bastante moviditas para mí y pensé que podía salir bastante bien o bastante mal, que no había término medio. Y me di cuenta de que había apoyo en la primera placa positiva. Después hubo otra placa positiva y gané más confianza, y cuando entraron los chicos en febrero y vinieron enfocados en pegarme y hablaban de sacar a Luz para darme un golpe, entendí que me estaba proyectando bien. Siempre estaba con los pies muy sobre la tierra, sabiendo que un error o una palabra de más tiraba abajo todo lo construido. Y además, fue muy impactante escuchar que gritaran mi nombre. Supe que algo se estaba generando, que me apoyaban.

-Decís que un error podía dejarte afuera, ¿estabas muy pendiente de eso?

-Sé que es algo que generó polémica y que decían que estaba todo el día razonando y jugaba con la mente y era un falso. Lo que puedo decir es que soy así, sobre todo de un tiempo a esta parte intento razonar y pensar dos veces las cosas para no herir a nadie, para no dar un golpe bajo ni decir nada de lo que pueda arrepentirme. Si hay algo que no me gusta, prefiero sentarme y charlar, y no decir cualquier disparate porque aprendí que no te lleva a nada, y que reaccionar no está bueno y solo te mete en problemas. No es que piense todo el día, pero intento no reaccionar ni tomarme nada personal. Sí intentaba pinchar y sacar algo negativo del otro para que el juego le cueste caro sin necesidad de decir algo que me trajera problemas afuera. Hoy nadie puede decir que me haya metido con nada personal ni que haya dado golpes bajos.

-¿Qué te enseñó Gran Hermano en estos 204 días?

-Me enseñó muchas cosas. En primer lugar, que cuanto más pleno te sentís es cuando vas por lo que querés. Yo estaba laburando en una empresa en relación de dependencia, con un emprendimiento y siendo profesor en la universidad y era algo que me gustaba, pero estaba lejos de sentirme pleno y pensar que había nacido para eso. Quería vivir experiencias locas y concebir la vida como una aventura, y aprendí que no hay que conformarse, sino ir por un poco más. Las cosas pasan y se cumplen, todo lo lindo está después de la zona de confort. También pude conocerme mucho más y me di cuenta que no tengo tan trabajadas algunas cosas que pensé que sí, y que la casa te cachetea y te expone.

-¿Qué cosas, por ejemplo?

-Hago mucho alarde de no dejarme llevar por lo que dicen los demás, pero me di cuenta de que a veces me afectaban algunas cosas que me decían o me echaban en cara, o que me atacaban, que no fueron pocas. O quizá tenía interés en hacerle cambiar de opinión al otro, o que se dieran cuenta de que no era así, y simplemente era un juego. La gente que me quiere sabe cómo soy, y yo también. Tengo todavía mucho para trabajar en mi inseguridad. Y por otra parte, me ilusioné con algún vinculo que no estaba disponible y es algo que ya me había pasado. O cosas que me angustiaban.

-¿Hablás de Luz?

-Sí, en un principio me ilusioné porque ella estaba en una relación abierta. Pero después quedó claro que no, y fue un baño de realidad. Entonces me enfoqué en el lindo vínculo de amistad que tenemos.

-¿Sos consciente de que “el tridente” te ayudó a ganar?

-Tengo clarísimo que fue y es el motivo por el cual yo pude lograr esta locura. Luz y Luciana, y más adelante Luchi, fueron fundamentales y me hicieron mucho bien. Al principio tomé algunas decisiones que me pusieron en un lugar de protagonista y la casa se me vino un poco arriba. Y a pesar de eso y que no me conocían, ellas me bancaron. Muchas veces me cuestionaron cosas dentro del grupo, pero me defendieron con el resto de los participantes y lo valoro mucho. Sabíamos que nunca nos íbamos a traicionar. Lo que no sabía es que el grupo tuviera tanto protagonismo afuera. En la vida soy así también, busco tener pocos vínculos, pero muy fuertes.

-¿Sabés qué vas a hacer con la plata que ganaste?

-No lo tengo claro, quiero dejar pasar esta locura, entender, relajar y ver qué hago. Me copa seguir charlando con la gente, me sentí muy bien en el streaming y evidentemente algo llegó. Quisiera generar algo de eso.

-¿Cómo era tu vida cotidiana antes de entrar a la casa?

-Vivía en Montevideo, solo. Me despertaba 7.30, entrenaba una hora y a las 9 ya estaba laburando, gestionando el e-commerce a empresas. Soy contador, pero no ejerzo porque ni bien me recibí me di cuenta de que no era lo que quería, aunque me dio una buena base analítica. Y me volqué al marketing. También fui profesor de una universidad en Montevideo durante un par de años. Y al mismo tiempo generaba contenido en redes; quería que la gente me conociera. Eso me ayudó a llegar a los castings de Gran Hermano con más soltura.

-¿Fue eso lo que te impulsó a ser parte del reality?

-Soy fanático del formato desde que soy muy chiquito; vi todas las ediciones, aunque estaba lejos de imaginarme en la casa. Tenía ganas de vivir una experiencia loca como esto.

-¿Y cómo te imaginás tu vida a partir de ahora?

-No me gustaría volver a hacer lo que estaba haciendo, quisiera trabajar en los medios, del rol que sea. Todo lo que hago es con sacrificio, actitud y ganas. Ojalá me den una oportunidad, no importa lo chiquita que sea. Me gusta estar en contacto con la gente. Quizá vaya y venga a Uruguay. Amo la Argentina, soy fanático de la gente de acá, de lo buena onda, lo generosos y lo cancheros que son, y por eso hace rato que quería venirme a vivir. Se me cumplió el sueño alojándome en la casa de Gran Hermano.

-En el casting dijiste que querías ser el más fachero de la casa y que te hacían bullying por lindo... ¿Cuán narcisista sos?

-Fue una frase para el casting, no lo pienso. Estoy en un buen momento de autoestima, pero muy lejos de pensar eso (risas). De narcisista tengo poco entonces, pero sí confianza en mí mismo. Todo lo demás es show. Estoy enfocado en ser cada vez mejor persona, y con los pies sobre la tierra.

Foto: Captura

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