
El pasado 2024 fue homenajeado como Ciudadano Ilustre de Montevideo por la Intendencia capitalina, en una ceremonia realizada en el Espacio Modelo, por su larga trayectoria y aportes a la televisión uruguaya
Era la figura más importante de la historia de la televisión uruguaya que trabajó durante toda su carrera en Teledoce.
Comediante, actor, músico, productor, y presentador de televisión, Cacho de la Cruz será recordado eternamente por algunos de sus programas como "El Castillo de la Suerte", "El Show del Mediodía", "Diga Bi diga Lo", "Cante y Gane", y "Cacho Bochinche", programa para el cual inventó el primer robot de la televisión para niños, el recordado Ultratón. También formaron parte del show otras figuras como Víctor con sus marionetas, Fermín, el Payaso Pelusita, Daniela Marota, y Laura Martínez, su exposa en segundas nupcias. Algunos dicen que Cacho no le sobraba la paciencia con los pequeños fuera del escenario, lo que no le resta valor a sus creaciones, producciones y aportes al mundo del entretenimiento.
Creó personajes inolvidables: Chichita, el Mago sin música, Julio Pedemonte, François Sapeau, Ulises el Infalible y Super Cacho, entre otros.
Arturo "Cacho" de la Cruz, nació en Buenos Aires, Argentina, 8 de mayo de 1937, y a los 20 años se radicó en Uruguay.
Trabajó en Telecataplum, el gran semillero que procreó a figuras como Espalter, Almada, Berugo, Redondo, Soto y fue motor del Show del mediodía en Teledoce, donde presentó la mayor producción de parodias musicales, que bautizó como las "Telecachadas" (Caperucita Roja, Los Picapiedras, May fair Lady, etc) de las que formaron parte figuras destacadas del carnaval, como Ariel Sosa, entre otros.
Es en el Show del mediodía donde Ariel interpreta una telecachada sobre el personaje creado por el escritor italiano Carlo Collodi, el muñeco Pinocho. A partir de entonces, Ariel pasó a ser Ariel "Pinocho" Sosa.
En "El Show del mediodía" alternó con figuras como Cristina Morán, Julia Amoretti, El "Pampa" González, Luis Guarnerio, Ruben Rada, y Nayr Fernández -entre muchos otros- en 1962, en dupla con Alejandro Trotta, su compañero de pantalla durante varios años.
No sólo fue uno de los principales productores de Teledoce, sino que llegó a tener su propio estudio de televisión.
El productor estrella de Teledoce, creo el formado del programa de comptenecias juvenil "Telematch", la primera súper producción de juegos de la TV local. El mismo era conducido por Cacho de la Cruz, y tuvo cuatro temporadas al aire entre 1978 y 1981. Liceales de todo el país competían en juegos cada vez más grandilocuentes, con utilería y escenografìa de gran porte. En total, se crearon 103 juegos y la apuesta era cada vez más grandilocuente. El artista Júpiter Mansilla fue el creador de las escenografías y personas más exóticos, detacaba el propoio De la Cruz en una nota con El País.
El mismo "se grababa" en las instalaciones del Defensor Sporting, hasta donde acudían los competidores, representantes de distntos colectivos estudiantiles de todo el país, y las hinchadas, en tanto que el premio mayor consistía en un viaje de fin de curso para el grupo ganador.
En los años 1990, tuvo una participación especial en el programa de los mediodías de TeLeFe, "Los Benvenuto" exitosa telecomedia argentina que se emitió en vivo los domingos por Telefe y Canal 4, desde 1991 hasta 1995. Protagonizada por Guillermo Francella y con un elenco que incluía a actores como Gogó Andreu y Fabián Gianola, era una versión moderna de la clásica serie "Los Campanelli". El programa se caracterizaba por mostrar la vida de una familia de ascendencia italiana y finalizaba con la icónica frase "¡Lo primero es la familia!"
Con su estilo directo, humor característico y carisma inusual, Cacho conquistó a varias generaciones de uruguayos participando en más de 10 mil emisiones de programas. Este viernes, al apagarse su llama vital, alcanzó, sin dudas, la categoría de leyenda.
Sus hijos, Maxi, Santiago, Daniella y Rodrigo, se pusieron de acuerdo inmeditamente sobre las exequias de su padre.
Si bien se trata de la partida de la figura más importante de la televisión nacional, la familia prefirió que el último adiós fuera íntimo y de bajo perfil. Por eso optaron por llevar adelante un velorio de apenas tres horas en la empresa Martinelli. Según supo Tv Show (El País), la familia llegó a rechazar propuestas para hacerlo en sitios más amplios o vinculados a la trayectoria de Cacho.
Por otra parte, también resolvieron que no hubiese una caravana posterior, y en esa misma línea, mantener hermetismo en relación al lugar en el que descansarán los restos del popular animador.
Pese a que la familia no quería despedidas rimbombantes, tampoco dejó de abrir las puertas para que el público tuviera la posibilidad de despedirse. El velorio no sólo reunió entonces a los amigos y colaboradores del conductor, sino que también convocó también decenas de seguidores y fanáticos que quisieron darle el último adiós de forma presencial.
Foto de portada: Intendencia de Montevideo




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