Según publicó Caras y Caretas, en esta instancia fue la etapa final de un proceso de discusión que atravesaron los Centros y Asociaciones de Estudiantes a lo largo de los últimos meses, discutiendo primero a su interna, con los estudiantes de los respectivos servicios, sobre qué programa y qué candidato apoyar.
El Plebiscito tuvo en sí mismo un entorno enrarecido, porque una vez encaminado el mecanismo algunos centros, particularmente los que habían manifestado su apoyo a Roberto Markarian tomaron la determinación de no acatar el Plebiscito y por tanto no participaron colocando urnas en sus servicios.
Una de las particularidades de la votación fue que hubo más de 700 votos observados, que representan a estudiantes votaron en otras Facultades. Muchos de esos votos fueron de estudiantes en cuyos servicios no se instalaron urnas.
La FEUU emitió un comunicado oficial en el que señala que fiel a sus principios históricos la Federación “avanza en la democratización del poder en el cogobierno universitario”. Luego señala con el objetivo de contar con mecanismos “orgánicos para definir posturas colectivas”, se buscó que la decisión sobre el candidato a Rector a ser apoyado por la Federación “no sea tomada solamente por aquellos centros que poseen representación en la AGC”.
Argumentando que de esta forma, “el mandato de los delegados de la FEUU recoge las diversas opiniones de los estudiantes de diferentes disciplinas y procedencia geográfica; reafirmando la vocación de la FEUU ser gremio y orden a la vez”, sostiene que de esta manera se mantiene la unidad.
Afirma en su comunicación la FEUU, que “el plebiscito se desarrolló con completas garantías”. El comunicado informa sobre los resultados, felicita Rico. La FEUU adjudica la baja proporción de votos para Roberto Markarian en que “la mayoría de los centros y asociaciones que promueven su candidatura eligieron no colocar urnas en sus servicios. No obstante, existieron más de 700 votos observados que representan a estudiantes que se trasladaron a otras Facultades para sufragar y ejercer sus derechos”.
En los antecedentes de Álvaro Rico, es exdecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE). Es profesor titular del Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos (CEIU), además de un reconocido investigador en el área de la historia reciente y derechos humanos.
FOTO: CARAS Y CARETAS
