Pato por duplicado
Carlos Sánchez (19 y 86) y Leonardo Pisculichi (60), con un certero tiro libre, marcaron los goles para el campeón defensor de la Copa, mientras que Maranhao (36) anotó para el conjunto de Santa Catarina.
Desde el comienzo River dominó el encuentro y pronto comenzó a generar acciones de riesgo sobre el área visitante, sobre todo cuando encontraba espacios a la espalda del lateral derecho de la visita, y por ese lado llegaron las primeras situaciones, la más precisa con un bombazo de Milton Casco que encontró bien parado al arquero Danilo.
El dominio de River encontró su premio en una acción que empezó Casco con uno de sus constantes desbordes por la izquierda, y que concluyó con el centro hacia atrás que tomó a contrapierna a los defensores y llegó a los pies de Sánchez, que venía por la derecha y definió con un exquisito zurdazo que entró al lado del poste derecho.
Sin embargo, River no mantuvo la intensidad y rápidamente levantó el pie del acelerador, con lo que permitió la salida de Chapecoense, que podría haber tenido una ocasión inmejorable para anotar, pero el árbitro uruguayo Jonathan Fuentes se equivocó en no sancionar un penal para los brasileños por una mano de Kranevitter en el área local.
Las distracciones en la zaga local se sucedieron y Tulio encendió la alarma al recibir solo tras un despeje fallido de Álvarez Balanta, pero resbaló cuando se disponía a enfrentar al arquero.
Así, no extrañó que la visita alcanzara el empate, con un largo pelotazo del arquero que fue bajado de cabeza en el mediocampo y luego Barbio derivó para Maranhao, que se anticipó al cierre de Jonatan Maidana y a la tardía salida de Barovero para definir con un toque entre las piernas del portero para el 1-1 parcial.
El empate impactó a River, al que le costó recomponerse y ya no alcanzó a dominar de la misma manera que lo hizo en la primera parte, pero de todos modos fue en busca de recuperar la ventaja.
Maidana estuvo cerca con un toque por encima del arquero que rebotó en el poste derecho y Mora no llegó para empujar el rebote, pero casi no hubo tiempo para lamentarse, porque enseguida llegó el notable tiro libre que Pisculichi incrustó en lo más alto del ángulo derecho, inatajable.
En un final que parecía con cifras muy ajustadas para el desquite, Ananias estuvo cerca del empate, pero su remate cayó en las manos de Barovero, y River respondió con el tercer gol, que llegó tras una serie de rebotes dentro del área y una guapeada de Driussi para llevarse la pelota y asistir a Sánchez, que sólo debió empujarla a la red.
Aún sin descollar, River consiguió un triunfo valioso que lo habilita a soñar con el desquite que se jugará el miércoles próximo en suelo brasileño, y en el que Chapecoense está obligado a ganar al menos por 2-0 para revertir la serie, mientras que al 'millonario' le alcanzará con un empate o incluso con una derrota por 1-0 o 2-1 para pasar a la siguiente etapa.
El ganador de esta llave se cruzará en semifinales con el vencedor del duelo entre el brasileño Atlético Paranaense y el paraguayo Sportivo Luqueño.
El Atlético Paranaense brasileño venció 1-0 al Sportivo Luqueño de Paraguay en la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2015 disputada este miércoles en el mundialista Arena da Baixada de Curtiba (sur de Brasil).
En un partido donde fue de menos a más, el 'huracán' de Brasil se impuso a los auriazules gracias al tanto de Marcos Guilherme en el minuto 63, después de una primera mitad gris y con poco juego por parte de ambos equipos.
Atrapado por una pésima cadena de resultados, lleva nueve partidos sin ganar en liga, el Atlético Paranaense se puso el traje de la Copa Sudamericana y salió con más ganas al Arena da Baixada.
Sus esfuerzos pudieron tener una recompensa inmediata cuando aún no se cumplían los diez minutos y Walter lanzó un trallazo desde fuera del área, que el arquero paraguayo salvó al límite. Pero no se dio por vencido y en el inmediato saque de esquina, el atacante se hizo con la mejor posición en el área y de un cabezazo superó a Chena.
La alegría local duraría, sin embargo, apenas unos segundos, lo que tardó el árbitro peruano en anular el gol por una falta de Kadu al guardameta auriazul.
Por entonces parecía que el tanto del Paranaense era cuestión de tiempo, pero fue el Sportivo Luqueño el que alrededor del cuarto de hora dio su primer aviso tras una internada de Giménez por la derecha. Primero y último, porque los paraguayos desparecieron totalmente en la primera mitad.
Ni rastro del equipo que tiene uno de los mejores ataques de la Copa Sudamericana con 14 tantos en seis partidos.
La suerte que tuvo el Luqueño es que los locales tampoco lograron romper con el juego plano que tantos problemas le está ocasionando y sólo fueron peligrosos a balón parado.
Pero Cristovao Borges, que con ésta consigue su primera victoria al frente del equipo desde que llegó al comienzo del mes, supo sacudir el nervio de sus jugadores y el 'huracán' del sur de Brasil salió furioso al segundo tiempo.
A los cinco minutos, una vez más fue Walter quien volvió a amenazar a los visitantes con una bomba desde fuera del área, y cuando el arquero paraguayo se recuperaba del susto, era Dellatorre el que le encaraba en solitario.
Fueron los peores minutos para Chena, que no daba abasto para cubrir los errores de una defensa excesivamente generosa con los dueños de casa.
Cada vez más acorralado, el Sportivo se quitaba de encima los ataques como podía hasta que ya no aguantó más y en el 63 asistió impotente al tanto de Marcos Guilherme.
Todo comenzó, como era previsible, en las botas de Walter que recuperó un balón cerca del medio campo, cabalgó la banda derecha y le cruzó un pase envenenado a Nikao. El atacante de 23 años, que se reincorporaba este miércoles tras una lesión, retrasó la bola hasta la frontal del área y le puso el gol en bandeja a Guilherme, que batió a Chena de un chutazo.
Como a quien le quitan un gran peso de encima, el 'huracán' destensó los nervios y le siguieron surgiendo ocasiones como la que hubiera supuesto el segundo gol de Guilherme a cinco minutos del final.
Ya estaban los jugadores brasileños celebrando el boleto a las semifinales, cuando Di Vanni les recordó con un peligroso lanzamiento que cortó la respiración al Arena da Baixada, que el Sportivo Luqueño aún no se ha rendido.
Los paraguayos todavía tienen por delante 90 minutos el próximo miércoles en Luque para hacer historia y colarse en las semifinales en su debut en la Copa Sudamericana.
Para el Paranaense, sin embargo, ésta en su sexta participación y ahora sólo piensa en igualar su mejor campaña continental, cuando en 2006 cayó a un paso de la final contra el Pachuca mexicano.
El vencedor de esta llave se cruzará en la semifinal con el ganador de la serie entre el vigente campeón del torneo y dueño de la Libertadores, el River Plate argentino, y el sorprendente Chapecoense brasileño.
Foto / Fuente: AFP
MDS
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