Un nuevo Wagner multimedia con drag y drones triunfa en Bayreuth

Una ovación unánime celebró al elenco musical al final de la representación -en medio de una canícula de récord en Alemania que volvió a hacer protagonista al sudor en Bayreuth- y los aplausos taparon algún discreto abucheo al salir Kratzer a saludar.

Su versión no es convencional: cuando el espectáculo comienza y el público presencia una escapada en furgoneta Citroën H, grabada previamente desde drones, de un payaso, una drag, un enano y una Venus diva en mono de lentejuelas ya se adivina la novedad de esta peculiar "road movie".

Kratzer traslada su versión a la actualidad y al propio teatro de Bayreuth, de cuyo balcón los personajes cuelgan una pancarta -nos lo cuenta en un vídeo simultáneo a la representación- el llamamiento wagneriano a la libertad de deseo, de acción y de disfrute.

Consignas que guían a los protagonistas y que Kratzer apoya con la estética del drag británico Le gateau chocolat, quien extiende una bandera arcoíris en un momento de la representación y que se erige sin duda, y sobre todo sobre sus plataformas, en uno de los éxitos de la noche.

Bayreuth convierte su escenario en doble soporte: opera por debajo, vídeo por encima: en este vemos qué pasa entre bambalinas y hasta lo que ocurre alrededor del edificio.

El coro en escena replica en vestuario y en torno al público de la gala, quien se ve reflejado en aquél cuando le ve hacer la misma cola que tuvo que guardar para entrar al teatro y hasta imitando el movimiento casi unánime de la noche: abanicarse para combatir el calor.

El segundo acto traslada el exterior al interior (hasta llega la policía a detener a los inusuales pasajeros de la Citroën) y es cuando el relato se declina en escenas paralelas, sobre la escena y tras las bambalinas, las cámaras de vídeo lo cuentan.

La victoria de la noche fue sobre todo para los cantantes, con interpretaciones de bravo de Stephen Gould como Tannhäuser y Lise Dadvidsen como Elisabeth, a quien medios especializados ya esta noche la calificaban como "la voz del siglo".

Por contraste, cuando el director, el ruso Valery Gergiev, salió a saludar al final se oyeron abucheos; fueron quizás los más señalados del estreno.

El estadounidense Gould no es precisamente un desconocido en Bayreuth, donde ya en 2006 interpretó el papel de Siegfried en el "Anillo", aunque él ha declarado que se ve más en el de Tannhäuser; este año además volverá a encarnar a Tristan en una producción anterior del Festival que se recupera.

El bajo danés Stephen Milling (Landgraf Hermann) se estrena en Bayreuth pero tampoco es ajeno a Wagner: en la pasada temporada interpretó el papel del rey Marke en el "Tristan" que dirigió Daniel Barenboim en la Ópera Unter den Linden de Berlín.

Markus Eiche (en el papel de Wolfram von Eschenbach), por su parte, tiene ya una larga experiencia en Bayreuth, donde empezó a cantar en la producción que el Festival estrenó en 2007 de "Los maestros cantores de Núremberg" que dirigió Katharina Wagner, directora del Festival y bisnieta de Wagner.

Esta noche supuso el debut del asturiano Jorge Rodríguez-Norton, a quien la directora Wagner descubrió en el "Tristan" que el tenor cantaba en el Liceo de Barcelona en 2017 y contó a Efe que le convenció por su interpretación en alemán.

Aprovechó Wagner para preguntarse si los "colegas" españoles será que no dominan la lengua que reina en Bayreuth.

La de Rodríguez-Norton como Heinrich der Schreiber es la tercera interpretación de españoles en Bayreuth, donde le precedieron solo la soprano Victoria de los Ángeles en 1961 y el entonces tenor Plácido Domingo en 1992.

La noche contó con la presencia en el palco de la canciller alemana, Angela Merkel, el excanciller Gerhard Schröder, algunos miembros del Gobierno federal y las máximas autoridades bávaras; de las celebridades conocidas fuera del país, quizás tan solo cabría mencionar a Gloria von Thurn und Taxis, la princesa "rebelde", que se decía de ella en los 80 del siglo XX.

El estreno de hoy vino precedido en la noche del miércoles de una gala especial en la que se conmemoró el centenario del nacimiento de Wolfgang Wagner, nieto del compositor y padre de la actual directora.

Ese homenaje culminó con una muy aplaudida interpretación de la venerada mezzosoprano alemana Waltraud Meier, quien arrancó entusiasmados "bravi" de un público entregado al aria final del "Tristan e Isolda".

Arranca pues Bayreuth y el viernes repone el "Lohengrin" de 2018, aunque habrá que esperar a agosto para que en esa misma producción se pueda ver, si no hay incidencias de salud, a la rusa Anna Netrebko.

Datos: EFE

Foto: Google Maps