Russo asume como entrenador de Boca con el propósito de ganar la Libertadores

"Ojalá me toque ganar la Copa y festejarla en La Bombonera, esto es lo que uno busca y lo que uno quiere. Ojalá me toque a mí pasar lo mismo que (otros entrenadores) han vivido y lo que yo viví, volver a repetir. Esa es la idea", dijo Russo en su rueda de prensa de presentación en La Bombonera, ante una elevada multitud de medios congregados.

BUSCAR EL BUEN JUEGO "PERMANENTEMENTE"

El argentino indicó que una de sus metas es intentar que el equipo "juegue bien al fútbol permanentemente", después de una etapa, la de Gustavo Alfaro, en que la afición criticó los planteamientos defensivos.

Se trata de la segunda etapa de Russo al frente del club, al que dirigió en 2007, año en que ganó la que hasta el momento es la última Copa Libertadores conquistada por Boca.

"El fútbol ha cambiado, no pretendo tener similitudes (con el equipo de 2007). Sí siento de alguna forma y entiendo a qué debe jugar Boca", recalcó.

La estrella de ese equipo era Juan Román Riquelme, quien forma parte de la nueva directiva resultante de las elecciones de principios de diciembre y que encabeza Jorge Amor Ameal como presidente.

"El equipo que salió campeón en 2007 lo tengo en mis mejores recuerdos, más allá del momento brillante de Román, que creo que fue único y para mí inolvidable", recordó Russo.

ROMÁN, FIGURA CLAVE EN LA LLEGADA DE RUSSO

Precisamente Riquelme, quien estuvo ausente en la conferencia, fue uno de los artífices del regreso de Russo a Boca, según Ameal.

"Le agradecemos a Román, Román tuvo mucho que ver en este vínculo", subrayó el presidente de Boca.

Russo, de 63 años, era el favorito desde hacía varias semanas para regresar al banquillo de los 'bosteros', desde que se conoció que el anterior entrenador, Gustavo Alfaro, al frente del equipo desde principios de 2019.

Boca se encomienda así al entrenador que le dio su sexta Libertadores para intentar lograr la anhelada séptima, que se resiste desde hace 12 años, intervalo de tiempo en el que su clásico rival, River Plate, ha logrado dos.

"Siempre tenía la ilusión de volver a Boca (...). Había un lado que me decía que en algún momento iba a volver y nunca lo perdí, este es el momento y esta es la oportunidad. Dios sabe dónde pone las cosas y creo que este es un buen momento", reflexionó el técnico.

SIN CONFIRMACIONES SOBRE ALTAS Y BAJAS

Durante la rueda de prensa, Russo repitió en varias ocasiones que, antes de hablar de nombres para el plantel, para el que han sonado jugadores como el peruano Paolo Guerrero, debe "hablar" con los actuales miembros del equipo, "escucharlos" y determinar qué necesita.

Sobre el capitán, Carlos Tévez, de quien está en duda su continuidad, Russo comentó que "es jugador de Boca" y esperó juntarse con él "y empezar a hablar" sobre su futuro en el club.

Ameal añadió al respecto que el 'Apache' tiene contrato con Boca pero cuenta con "la posibilidad de rescindirlo antes del 15 de enero" próximo.

Asimismo, la máxima autoridad de Boca reveló que en la actualidad en la caja del club hay solo cinco millones de dólares y confirmó que encargó a la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires una auditoría porque a la directiva le "extraña mucho" el dinero con que cuenta el club, por lo que quieren saber en qué se ha "invertido" lo que se recaudó.

"El problema económico es real (...) El club no está tan bien como decían las anteriores autoridades", alertó Ameal.

LA SUPERLIGA, EL PRIMER OBJETIVO

El veterano director técnico argentino también disputará el tramo final de la presente Superliga Argentina, torneo en el que Boca Juniors tiene 29 puntos, misma cantidad que Lanús y uno menos que el líder, Argentinos Juniors, en las 16 jornadas disputadas hasta el momento.

El entrenador consideró que el siguiente partido liguero, el próximo 26 de enero, es el "próximo objetivo de Boca", aunque reconoció que "el tiempo es corto" debido a las siete jornadas que quedan por jugarse.

"Dentro de esa situación, está la capacidad nuestra de acomodarnos lo más rápido posible a todo", afirmó.

El último equipo que dirigió Russo fue el paraguayo Cerro Porteño, al que comandó desde junio hasta octubre de este año, cuando fue destituido después de una breve etapa por los malos resultados cosechados y sin lograr el objetivo de ganar el torneo Clausura del país guaraní.

Su balance en el equipo asunceano se saldó con solo cinco partidos ganados, por cuatro derrotas y cuatro empates, mientras que en Copa Libertadores alcanzó los cuartos de final, donde los suyos fueron eliminados por River Plate.

En su amplia trayectoria, Russo ha dirigido a varios de los equipos grandes de Argentina además de Boca, como San Lorenzo de Almagro, Racing Club y Estudiantes de La Plata, mientras que fuera del país austral tuvo aventuras en Universidad de Chile y el Salamanca español durante los noventa, a Monarcas de Morelia en México en 2002 y, en las últimas temporadas, en el conjunto colombiano de Millonarios, los peruanos de Alianza Lima y Cerro Porteño.

Foto y datos: EFE