No nos moverán
(Bagdad/AFP) Monte Carlo/EL
Este domingo, un atentado con coche bomba contra peregrinos chiitas que iban a Kerbala dejó por lo menos 10 muertos y 20 heridos, indicaron fuentes de seguridad y médicas.
En torno a las ceremonias anuales de la Ashura, que marca el aniversario de la muerte de una figura clave del islam chiita, los yihadistas sunitas suelen aumentar sus ataques contra los chiitas, a los que consideran apóstatas y que representan alrededor del 15% de los musulmanes en el mundo.
Este año la amenaza es mayor, ya que los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) han conquistado parte del territorio iraquí, incluyendo regiones situadas al sur de Bagdad, relativamente cerca de la carretera entre la capital y Kerbala.
"El grado de peligro es mayor que en años anteriores. Antes ya había terrorismo, pero no llegaba a estos niveles", declaró un coronel de la policía que solicitó permanecer en el anonimato.
Durante los días previos a las ceremonias de la Ashura, que este año culminan el martes, los musulmanes chiitas suelen levantar carpas a lo largo de la ruta de la procesión, donde se distribuyen alimentos a los caminantes y se pueden reunir los peregrinos.
Otros fieles caminan hacia Kerbala, donde se encuentra el santuario del imán Husein, cuya muerte en 680 en un ataque del califa Yazid se convirtió con el tiempo en un símbolo de la escisión entre las ramas musulmanas sunita y chiita.
El gobierno iraquí desplegará a miles de miembros de las fuerzas de seguridad para intentar proteger a los peregrinos chiitas que se dirigen a Kerbala, ante el riesgo de posibles ataques de los yihadistas.
En momentos en que una coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardea por aire al EI, el gran ayatolá Alí Al Sistani, la mayor autoridad religiosa chiita de Irak, subrayó que "Irak sólo podría librarse del EI con la suma de los esfuerzos de sus hijos", tanto sunitas como chiitas.
Sistani también instó a los "héroes y voluntarios" de las milicias chiitas que luchan contra los yihadistas a respetar a todos los "ciudadanos inocentes, sea cual sea su confesión religiosa", en declaraciones que leyó su portavoz ante cientos de fieles reunidos para la oración del viernes en Kerbala.
Estas milicias apoyan al gobierno de Bagdad en su lucha contra los EI, que ha conquistado militarmente parte de Irak y Siria.
No obstante, las organizaciones de defensa de los derechos humanos acusan a las milicias chiitas de numerosos crímenes, como ejecuciones sumarias y torturas.
Un informe reciente de Amnistía Internacional denuncia la impunidad de que gozan en el país, a pesar de que buena parte de la responsabilidad del sangriento conflicto interconfesional de 2006 y 2007 recae sobre ellas.
FOTO: AFP
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