Una charla con Miguel Volcan, entrenador campeón con Aguada, entre la filosofía de "la próxima jugada" y la necesidad de un cambio cultural en Uruguay

Miguel Volcan reflexionó sobre el Uruguay que encontró cuando comenzó a trabajar en Aguada (el entrenador vive en Argentina) y aclaró que opina sin tintes políticos.

"Me encontré con un cambio cultural que me preocupa mucho en educación, veo un Montevideo con gente crispada. Soy del estado de bienestar de la gente, lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal. Esto también es un proceso regional pero nosotros en Uruguay siempre tuvimos un toque diferente. Pienso y hablo mucho sobre el valor de la educación, sobre los valores, se educa en la casa, en la escuela se enseña. Seguimos siendo un país agradable, chico, cómodo en algunas cosas, con la característica del multiempleo y acostumbrados a hacer mucho con poco. El mundo tiende a la especialización, la gente que se va a destacar tiene que ser muy buena en una cosa", dijo en Entrevista 930.

El entrenador considera que el ser humano avanza por el estudio y por el trabajo, por lo que "hay cosas que se pueden hacer mucho mejor y no cuestan dinero", como motores de un necesario cambio cultural que se acople a la especialización que demanda el mundo actual.

Volcan toma la filosofía de "la próxima jugada" para su trabajo y su vida.

"En esto yo estoy aprendiendo, aprendo todos los días, con la suma de trabajo, y el básquet es un juego particular y especial para eso por la toma de decisiones. Cuando vos estás en actividades competitivas esta forma de vivir te pone al cien por cien. Si logras el resultado, bárbaro, y si no lo lograste, bárbaro también. Si vos diste tu máximo esfuerzo, ¿quién te va a decir algo? Es una evaluación constante con vos mismo y con lo que haces, el resto es consecuencia", comentó.

El entrenador campeón con Aguada resaltó el mensaje del Talmud: "Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo? Si no soy yo, ¿quién? Soy yo aquí y ahora. Parece fácil, vengo aprendiendo".

Por último habló de su pasión por la geopolítica y el análisis teorías conspirativas, que se explica por sus ganas de "saber hacia dónde va el mundo".

"A mí me fascina el básquet, pero sería muy pobre mi tarea de entrenador si solo supiera de básquet", dijo Miguel Volcan.

Foto: Federico Reboledo